MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una investigación de la Universidad Edith Cowan (Australia) ha identificado un vínculo crucial entre la artritis y el riesgo de padecer una enfermedad hepática grave en personas con la afección genética más común.
En concreto, se trata de la hemocromatosis, una enfermedad que afecta a las personas de ascendencia noreuropea y que hace que el organismo acumule demasiado hierro. Puede provocar muchas complicaciones, una de las más graves es la fibrosis hepática avanzada, que afecta al hígado y puede provocar cirrosis y cáncer de hígado.
Sin embargo, la detección precoz de la fibrosis hepática avanzada puede ayudar a los médicos a identificar a las personas con mayor riesgo y a reducir el impacto o la aparición de futuras complicaciones.
En su trabajo, publicado en la revista científica 'Mayo Clinic Proceedings', estos investigadores australianos han descubierto que la artritis es un fuerte factor de predicción del desarrollo de problemas hepáticos clínicamente importantes en personas con hemocromatosis.
La investigación estudió a 112 personas con hemocromatosis. De las 19 personas con fibrosis hepática en estadio avanzado 3-4, el 84 por ciento tenía también artritis. Sin embargo, de los 65 sujetos sin artritis, sólo el 5% tenía fibrosis hepática avanzada.
El autor principal, el profesor John Olynyk, afirma que estos resultados tienen muchas implicaciones para quienes viven con hemocromatosis o corren el riesgo de desarrollarla. "Dado que la fibrosis hepática mejora con el tratamiento, es importante determinar con precisión la presencia o ausencia de fibrosis hepática avanzada cuando se evalúa a los pacientes. Recomendamos que las personas con hemocromatosis que presentan artritis sean evaluadas adecuadamente para detectar la presencia de fibrosis hepática avanzada", ha apuntado.
El estudio también podría evitar que muchas personas se sometan a procedimientos innecesarios. "Las personas con hemocromatosis, pero que no presentan artritis en el momento del diagnóstico, tienen muy pocas probabilidades de tener una fibrosis hepática avanzada, lo que puede anular la necesidad de una biopsia hepática inicial. En su lugar, se les puede controlar el desarrollo de la fibrosis mediante métodos no invasivos", ha resaltado Olynyk.
La relación con la artritis podría ayudar a diagnosticar a más personas con hemocromatosis, lo que a menudo puede ser difícil debido a que muchos síntomas son relativamente inespecíficos y comunes en la población general. "Las personas que presenten artritis o enfermedades hepáticas deben ser evaluadas siempre para detectar una posible hemocromatosis, sobre todo cuando no está claro el motivo del problema", ha remachado el investigador.