MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Fudan (China) han utilizado técnicas de limpieza de tejidos, sofisticados y rigurosos procedimientos de inmunotinción, imágenes de todo el cerebro en lámina de luz, imágenes confocales en secciones gruesas del cerebro y citometría de flujo para demostrar la existencia de vasos linfáticos en las profundidades del tejido cerebral del ratón.
El sistema linfático desempeña un papel clave en la eliminación de residuos, el transporte de fluidos y la vigilancia inmunológica en la salud y la enfermedad. En el cerebro, hasta ahora no se había descubierto una red de vasos linfáticos en la superficie del cerebro bajo los huesos del cráneo en ratones, primates no humanos y humanos.
Por lo tanto, seguía siendo una incógnita si existen vasos linfáticos en la profundidad del tejido cerebral. Además, tampoco se sabía si los vasos linfáticos cerebrales profundos son rígidos o pueden cambiar dinámicamente en respuesta a patologías cerebrales.
En este nuevo estudio, publicado en la revista científica 'Research', han demostrado por primera vez la existencia de estructuras similares a vasos en el interior del tejido cerebral del ratón, marcadas con cuatro marcadores bien conocidos de vasos linfáticos.
Los autores también detectaron marcadores de células endoteliales linfáticas en las profundidades del tejido cerebral. En consonancia con los criterios funcionales utilizados para identificar los vasos linfáticos en la periferia, los autores demostraron que los vasos linfáticos cerebrales profundos discurrían paralelos a los vasos sanguíneos, transportaban células T en su interior y carecían de células sanguíneas.
El análisis estructural y de distribución reveló que la mayoría de los vasos linfáticos cerebrales profundos se originaban en la superficie externa del cerebro. Se adentran en el cerebro en dirección vertical o paralela a la de la superficie cerebral, excepto en el hipocampo, donde los vasos se desplazan hacia el interior en dirección dorsolateral.
Además, utilizaron el estrés leve crónico impredecible o el tratamiento crónico con la hormona del estrés corticosterona (dos modelos animales de depresión) para examinar la regulación de los vasos linfáticos cerebrales en condiciones patológicas.
El estrés leve crónico o el tratamiento crónico con corticosterona provocaron reducciones significativas de la longitud, las áreas y los marcadores de los vasos linfáticos cerebrales profundos en el hipocampo, una región cerebral implicada en el procesamiento emocional y cognitivo.
Los investigadores también descubrieron que los acontecimientos estresantes de la vida y/o la elevación persistente de las hormonas del estrés regulaban la longitud, las áreas o los diámetros de los vasos linfáticos de forma dependiente de la región cerebral.
Igualmente, hallaron un nuevo mecanismo molecular por el que el estrés crónico podría regular los vasos linfáticos cerebrales profundos, a saber, la reducción de la señalización del factor de crecimiento epitelial C (VEGF-C) mediante la regulación a la baja de la expresión de sus receptores y la neutralización de la cantidad de factor de crecimiento libre y funcional.
El sexo y la edad pueden influir en las funciones del sistema inmunitario. Las pruebas también sugieren que los vasos linfáticos pueden regularse durante ciertas patologías cerebrales, como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, los trastornos psiquiátricos y/o las lesiones cerebrales traumáticas.
El descubrimiento amplía el horizonte en el campo del sistema linfático e inmunitario. En cierto modo, se necesitan más estudios para investigar el papel del envejecimiento y/o el género en la regulación de los vasos linfáticos cerebrales profundos en la salud y la enfermedad.
El posible papel de la regulación/desregulación de los vasos linfáticos cerebrales profundos en la mediación de los trastornos neurodegenerativos y psiquiátricos se convierte en una intrigante posibilidad a abordar.