MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad Washington de San Luis (Estados Unidos) ha identificado los genes que se heredan comúnmente en los trastornos adictivos, independientemente de la sustancia consumida.
Tras analizar los datos genómicos de más de un millón de personas, estos investigadores podrían ayudar a descubrir nuevas dianas terapéuticas para múltiples trastornos por consumo de sustancias, incluso para personas diagnosticadas con más de uno.
Los hallazgos, publicados en la revista científica 'Nature Mental Health', también refuerzan el papel del sistema dopaminérgico en la adicción, al demostrar que la combinación de genes subyacente a los trastornos adictivos también estaba asociada a la regulación de la señalización dopaminérgica.
Hasta ahora, el conocimiento de los fundamentos genéticos moleculares de la adicción era limitado. Además, la mayoría de los ensayos clínicos y estudios conductuales se han centrado en sustancias concretas y no en la adicción en general.
"La genética desempeña un papel clave en la determinación de la salud a lo largo de nuestra vida, pero no es el destino. Nuestra esperanza con los estudios genómicos es iluminar aún más los factores que pueden proteger o predisponer a una persona a los trastornos por consumo de sustancias, un conocimiento que puede utilizarse para ampliar los servicios preventivos y capacitar a las personas para tomar decisiones informadas sobre el consumo de drogas. Una mejor comprensión de la genética también nos acerca un paso más al desarrollo de intervenciones personalizadas que se adaptan a la biología, el entorno y la experiencia vivida única de un individuo con el fin de proporcionar los mayores beneficios", ha explicado una de las autoras, Nora Volkow.
En 2021, más de 46 millones de personas mayores de 12 años en Estados Unidos padecían al menos un trastorno por consumo de sustancias, y solo el 6,3 por ciento había recibido tratamiento. Además, las personas que consumen drogas se enfrentan a un suministro de medicamentos cada vez más peligroso, ahora a menudo contaminado con fentanilo.
Aproximadamente 107.000 personas murieron por sobredosis de drogas en 2021 en Estados Unidos, y el 37 por ciento de estas muertes implicaron la exposición simultánea tanto a opioides como a drogas estimulantes. El consumo de drogas y la adicción representan una crisis de salud pública, caracterizada por "altos costes sociales, emocionales y financieros para las familias, las comunidades y la sociedad".
Los trastornos por consumo de sustancias son hereditarios y están influidos por complejas interacciones entre múltiples genes y factores ambientales. En las últimas décadas, ha surgido un método abundante en datos, denominado asociación de genoma completo, para tratar de identificar genes específicos implicados en determinados trastornos.
Este método consiste en buscar en genomas enteros regiones de variación genética, denominadas polimorfismos de un solo nucleótido (SNP), que se asocien con la misma enfermedad, trastorno, afección o comportamiento entre múltiples personas.
En este estudio, los investigadores utilizaron este método para identificar áreas del genoma asociadas con el riesgo general de adicción, así como con el riesgo de trastornos por consumo de sustancias específicas (a saber, trastornos por consumo de alcohol, nicotina, cannabis y opiáceos) en una muestra de 1.025.550 personas con genes que indicaban ascendencia europea y 92.630 con genes que indicaban ascendencia africana.
"Gracias a la genómica, podemos crear un sistema basado en datos para dar prioridad a los medicamentos existentes y mejorar las posibilidades de descubrir nuevos tratamientos. Para hacerlo con precisión, es fundamental que las pruebas genéticas que recopilemos incluyan poblaciones representativas a nivel mundial y que contemos con miembros de comunidades históricamente infrarrepresentadas en la investigación biomédica que dirijan y contribuyan a este tipo de estudios", ha detallado Alexander Hatoum, profesor asistente de investigación de la Universidad de Washington en San Luis y autor principal del estudio.
Hatoum y el equipo de investigación descubrieron varios patrones moleculares subyacentes a la adicción, incluidos 19 SNP independientes asociados significativamente con el riesgo general de adicción y 47 SNP para trastornos por sustancias específicas entre la muestra de ascendencia europea.
Las señales genéticas más potentes y consistentes en los distintos trastornos correspondían a áreas del genoma que se sabe que controlan la regulación de la señalización de la dopamina, lo que sugiere que la variación genética en la regulación de la señalización de la dopamina, más que en la señalización de la dopamina en sí, es fundamental para el riesgo de adicción.
En comparación con otros predictores genéticos, el patrón genómico identificado aquí también era un predictor más sensible de padecer dos o más trastornos por consumo de sustancias a la vez. El patrón genómico vinculado al riesgo general de adicción también predijo un mayor riesgo de padecer enfermedades mentales y físicas, incluidos trastornos psiquiátricos, conductas suicidas, enfermedades respiratorias, cardiopatías y dolencias crónicas.
En niños de 9 o 10 años sin ninguna experiencia de consumo de sustancias, estos genes se correlacionaban con el consumo de sustancias por parte de los padres y con conductas externalizantes. En comparación con otros predictores genéticos, el patrón genómico identificado aquí fue también un predictor más sensible de padecer dos o más trastornos por consumo de sustancias a la vez.