MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio colaborativo liderado por el área de Enfermedades Infecciosas del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERINFEC), que publica la revista 'Frontiers in Microbiology', ha secuenciado el genoma completo de todas las bacterias productoras de IMP recibidas en el Programa de Vigilancia de Resistencia a Antibióticos del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en un periodo de 9 años (2012-2021), proporcionando datos actualizados y analizando la propagación en España de un mecanismo de resistencia a antibióticos poco estudiada.
Algunas enterobacterias tienen la capacidad de producir carbapenemasas, unas enzimas que degradan los antibióticos carbapenémicos, una familia de antimicrobianos de última línea terapéutica que se emplean para tratar infecciones en las que fallan otros antibióticos. Entre estas enzimas, se encuentran las del tipo IMP.
"Aunque la detección de enterobacterias productoras de IMP sigue siendo infrecuente en España, sí se ha observado que están causando recientemente brotes en hospitales", explican los investigadores del CIBERINFEC Jesús Oteo y María Pérez-Vázquez, pertenecientes al Laboratorio de Resistencia a Antibióticos del Centro Nacional de Microbiología que han coordinado este trabajo. Por ello, el objetivo de esta investigación fue contribuir a resolver la falta de información unificada sobre las IMP a nivel nacional.
Este equipo ha recogido los datos remitidos por un total de 19 hospitales de 13 provincias españolas. En total, se analizaron 50 aislados de enterobacterias productoras de IMP, con el fin de caracterizarlas, analizar los métodos de identificación más eficaces, la sensibilidad a diferentes familias de antibióticos y su propagación en España. Estos aislados habían producido infecciones clínicas (64%) --incluidas infecciones del tracto urinario (32%), infecciones del tracto respiratorio (10%), casos de bacteriemia (8%) y otras infecciones (14%)--, y otros que se correspondieron con muestras rectales (36%).
UN MECANISMO DE RESISTENCIA QUE SE HA DISEMINADO EN DIFERENTES BACTERIAS
La investigación constató que este mecanismo de resistencia a antimicrobianos se ha diseminado en diferentes bacterias. En concreto, las especies detectadas fueron: 'Klebsiella pneumoniae' el 48 por ciento de los aislados; 'Enterobacter roggenkampii' aportó el 26 por ciento; 'Enterobacter hormaechei', el 16 por ciento; 'Klebsiella oxytoca', el 4 por ciento; 'Enterobacter asburiae', el 2 por ciento; y 'Serratia marcescens', otro 2 por ciento, al igual que 'Escherichia coli'.
La secuenciación del genoma completo ha permitido la detección de distintos tipos de enzimas IMP en estas cepas, predominando IMP-8 en K. pneumoniae e IMP-22 en 'E. roggenkampii'. Además, en seis cepas se detectó producción de una segunda carbapenemasa (OXA-48, KPC-3 o VIM-1), por lo que suponen clones de mayor riesgo al coexistir varios mecanismos de resistencia. Asimismo, se detectó en un 28 por ciento de las cepas analizadas la producción de betalactamasas de espectro extendido (BLEE), enzimas responsables de resistencia ante la acción de antibióticos betalactámicos como las penicilinas, las cefalosporinas, y monobactámicos.
El trabajo también analizó la eficacia de distintos antimicrobianos frente a estas enterobacterias productoras de IMP, y demostró que la colistina y la amikacina presentaban los mejores valores de sensibilidad para su tratamiento.
MEJORAR LAS TÉCNICAS DE DETECCIÓN
Asimismo, el estudio aportó datos para la mejora de los métodos de detección actuales, determinando que dos tipos de test (test beta-CARBA y test de Hodge modificado) presentaron la mayor sensibilidad para la identificación fenotípica de este tipo de bacterias frente a otras técnicas empleadas. El uso de estos test, que han conseguido en las pruebas una sensibilidad del 100 por ciento, podría contribuir a avanzar en la vigilancia de estas bacterias.
"Una vigilancia microbiológica y molecular activa es esencial para la mejor comprensión y control de la diseminación de enterobacterias productoras de IMP", finalizan los autores.