BARCELONA 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud y del Instituto de Neurociencias de la Universitat de Barcelona y de la Fundación Institut Guttmann-Hospital de Neurorrehabilitación han determinado en un estudio que debería tenerse en cuenta el estado de funcionalidad del cerebro para analizar el impacto psicológico de "situaciones globales y extremas" en la población.
La revista 'Biological Psychiatry: Cognitive Neuroscience and Neuroimaging' ha publicado el trabajo que ha revelado la "importancia" de la configuración de las redes cerebrales individuales en la capacidad para gestionar el impacto del estrés y las estrategias para afrontarlo antes de la pandemia, ha informado la UB en un comunicado.
En el estudio, basado en una muestra de 2.023 personas de entre 40 y 65 años, han analizado si los factores sociodemográficos, psicológicos y neurobiológicos antes de la pandemia podían ser factores predictores de los cambios en la salud mental que vivió la población durante el primer año de Covid-19.
Han observado que las personas que se caracterizan por tener un funcionamiento más aislado de una red llamada de control ejecutivo del resto de redes del cerebro --asociadas a la información sobre uno mismo o autorreferencial-- se muestran más sensibles a efectos del estrés y, por tanto, necesitan mejores estrategias de afrontamiento para no mostrar síntomas de ansiedad o depresión.
El trabajo tiene la financiación de la convocatoria PANDEMIAS 2020 de la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR) y de la edición de La Marató de TV3 dedicada al Covid-19, también han participado equipos del Hospital Clínic de Barcelona, el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el CIBER de Salud Mental (CIBERSAM), entre otros.