MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio dirigido por la Universidad de Osaka (Japón) ha demostrado que la sensibilidad de los test rápidos de detección de antígenos para la variante ómicron de COVID-19 es de 0,63 en comparación con las PCR, y que este valor no se veía afectado por la duración desde la aparición de los síntomas hasta la realización de la prueba.
Las pruebas desempeñan un papel crucial en la estrategia para mitigar los efectos de la infección generalizada por COVID-19. Sin embargo, dadas las múltiples opciones de pruebas y la aparición de la variante ómicron, altamente contagiosa, no está claro qué prueba diagnóstica utilizar.
Este nuevo hallazgo, publicado en la revista científica '', sugirió la posibilidad de que, al igual que con las variantes anteriores, las pruebas frecuentes mediante test de antígenos para la variante ómicron de COVID-19 siguieran superando a las pruebas infrecuentes mediante PCR.
Todo esto a pesar de que los test de antígenos requieren la presencia de una mayor cantidad del virus para dar un resultado positivo correcto (es decir, menor sensibilidad) en comparación con las pruebas PCR. Sin embargo, también son más baratas y producen resultados rápidamente.
Antes de la aparición de la variante ómicron, se sabía que las pruebas frecuentes con test de antígenos eran una estrategia mejor que las pruebas poco frecuentes con PCR. Los test rápidos detectan la infección de forma precoz, lo que permite aislar rápidamente a los individuos infectados y evitar así la propagación de la COVID-19.
Sin embargo, cuando apareció la variante ómicron de COVID-19, se puso en duda la sensibilidad de los test de antígenos a esta variante, sobre todo durante las primeras fases cruciales de la infección. Si la sensibilidad es baja, las ventajas quedarían anuladas, lo que obligaría a replantearse la estrategia de pruebas para combatir la propagación de la infección.
Por lo tanto, los investigadores compararon directamente la sensibilidad de los test de antígenos y las pruebas PCR en casos de infección por COVID-19 causada por la variante ómicron.
Los investigadores utilizaron datos recogidos de jugadores y miembros del personal de clubes pertenecientes a la Liga de Fútbol Profesional de Japón, que llevó a cabo pruebas de test de antígenos y PCR en la misma persona el mismo día, lo que hace que este conjunto de datos sea especialmente útil para evaluar la sensibilidad comparativa de estas pruebas.
Los resultados mostraron que la sensibilidad no estaba asociada con la duración desde la aparición de los síntomas hasta la realización de las pruebas, tanto en los casos sintomáticos como en los asintomáticos.
Los investigadores también descubrieron que la sensibilidad de los test de antígenos para la variante ómicron era lo suficientemente alta como para sugerir la posibilidad de que, cuando se combina con otros estudios sobre la relación entre la sensibilidad o la frecuencia de las pruebas y su eficacia en la prevención de la infección, las pruebas frecuentes mediante test de antígenos, frente a las pruebas menos frecuentes mediante PCR, sigan siendo el curso de acción correcto.
Los resultados del estudio constituyen una importante base de conocimientos para evaluar la eficacia de un sistema de pruebas que utilice pruebas cualitativas de antígenos. Sin embargo, como la variante ómicron es más infecciosa que las anteriores y tiene un tiempo de incubación más corto, los investigadores señalan que se necesitan más pruebas y modelos para determinar el protocolo de pruebas más eficaz.