Archivo - Imagen de adolescentes usando un teléfono móvil - JUNTA DE ANDALUCÍA - Archivo
ALICANTE, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio del Observatorio Español de la Salud Mental Infantojuvenil (Observainfancia) resalta que "los adolescentes sienten una fuerte presión social y digital que les exige mostrarse perfectos y aceptados".
A partir del análisis de 20 grupos focales en los que han participado cerca de 200 niños, adolescentes y familias de Castilla-La Mancha, Murcia y Comunitat Valenciana, en los que se ha tenido ocasión de debatir extensamente, se llega a la conclusión de que "la gestión del malestar se configura de manera distinta según la edad, pero con elementos comunes".
'Comprendiendo el malestar emocional' es el título del nuevo informe de Observainfancia. Se trata del quinto estudio del proyecto sobre el estado emocional de los niños y adolescentes españoles, EMO-CHILD, que está recogiendo medidas sobre hábitos y salud mental entre escolares de primaria y secundaria en toda España.
En esta ocasión, propone "abrir una ventana al mundo emocional de niños, adolescentes y de sus familias, con el fin de comprender cómo viven, sienten y narran su bienestar", según ha explicado el observatorio en un comunicado.
Por ejemplo, los niños y niñas de primaria suelen expresar lo que sienten y buscan apoyo inmediato en su familia o amigos, mientras que en la adolescencia emerge con fuerza la presión social y digital. "Los jóvenes sienten que deben mostrarse felices, perfectos y aceptados y, por tanto, que deben ocultar la vulnerabilidad", añade.
El catedrático de la Universidad Miguel Hernández (UMH) José Pedro Espada, que además es uno de los autores del informe, ha señalado que "esta norma social" de "estar bien siempre" refuerza "el estigma hacia las emociones negativas y favorece el silencio emocional". Así, ha indicado que, "aunque recurren a sus amistades como principal sostén, el apoyo no siempre resulta suficiente frente a la sobrecarga que generan las redes sociales y las expectativas académicas".
"FALTA DE HERRAMIENTAS EMOCIONALES"
Ante esta situación, según el estudio de Observainfancia, las familias coinciden en señalar la "falta de herramientas emocionales en los menores" y reclaman "mayor educación emocional en la escuela y en el hogar".
Además, se observa un "nivel alto de sensibilidad ante el malestar, especialmente en la adolescencia", donde la frustración o el conflicto suelen vivirse con intensidad y baja tolerancia. Predomina la tendencia a evitar el malestar o a ocultarlo, más que a gestionarlo de forma consciente.
En este sentido, entre las principales causas identificadas, destacan "la presión social y digital, las exigencias académicas, la falta de tiempo familiar, los conflictos interpersonales y la inseguridad emocional".
"La gestión del malestar supone un reto común en la infancia y la adolescencia, aunque se manifiesta de forma distinta según la etapa evolutiva. En la niñez, la confianza en el entorno más cercano y la espontaneidad en la expresión emocional permiten un mejor afrontamiento. En la adolescencia, en cambio, la presión social y digital son variables que llevan a silenciar el malestar y a vivirlo en soledad, aumentando la vulnerabilidad emocional", ha apostillado Espada.
"EDUCAR LAS EMOCIONES DESDE PEQUEÑOS"
Ante este escenario, "educar las emociones desde pequeños" es "una de las principales claves para la acción que se desprende de este informe, incorporando de forma sistemática en los colegios programas de identificación, expresión y regulación de emociones", además de "fortalecer el acompañamiento familiar fomentando redes de apoyo comunitario y promoviendo un uso saludable de la tecnología".
"En general, aprender a manejar los momentos de malestar es algo muy importante para la adaptación de niños y adolescentes. Esto no resulta fácil, ya que muchas veces sienten la presión de los cambios sociales potenciados por el entorno digital, lo que puede generar más confusión y dificultad para sentirse bien", ha concluido el catedrático de la UMH.
Es por ello por lo que, a modo de propuestas, este quinto informe EMO-CHILD propone, entre otras sugerencias, "acompañar sin sobreproteger dando apoyo y escucha, pero también generando espacio para que desarrollen autonomía emocional".
Asimismo, se recomienda "hablar del malestar sin tabúes, creando espacios seguros donde niños y adolescentes puedan expresarse sin miedo a ser juzgados y usar la tecnología con equilibrio, enseñando a aprovechar lo positivo sin quedar atrapados en la comparación o la presión social".
Observainfancia es una plataforma de vigilancia epidemiológica de la salud mental que surge del proyecto de investigación EMO-CHILD, un estudio financiado por la Conselleria de Educación, Universidades y Empleo de la Generalitat Valenciana, en su convocatoria para grupos de investigación de excelencia (CIPROM 2021/031). Está desarrollado y gestionado por el grupo de investigación Aitana de la UMH.