Un estudio afirma que las películas y los videojuegos violentos provocan insensibilidad ante el sufrimiento ajeno

Actualizado: viernes, 20 febrero 2009 20:17

MADRID 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las películas y los videojuegos con contenidos violentos hacen que las personas se tornen insensibles al dolor y el sufrimiento ajeno, según afirman las conclusiones de un estudio realizado por las universidades de Iowa y Michigan (EE.UU) que se publicará el próximo mes de marzo en la revista 'Psychological Science'.

En trabajos anteriores los autores del estudio demostraron que la exposición a la violencia en películas y videojuegos causa una pérdida de sensibilización psicológica --descenso del ritmo cardíaco y de la secreción sudorípara-- cuando después se presencian escenas de violencia real. Pero la presente investigación demuestra además que la violencia en los medios también afecta a la ayuda que se ofrece a una persona herida.

"Las personas expuestas a la violencia en los medios están menos inclinadas a ayudar a otras en momentos de necesidad porque están 'cómodamente anestesiadas' al dolor y el sufrimiento de otros, como dice la canción de Pink Floyd", afirmó uno de los coordinadores del estudio, el profesor Brad Bushman.

En un primer grupo, 320 estudiantes universitarios usaron durante aproximadamente 20 minutos un videojuego violento y otro no violento. Pocos minutos después escucharon una pelea escenificada en la cual la "víctima" sufrió un esguince de tobillo y gemía de dolor. Las personas que habían jugado con el juego violento tardaron "bastante" más tiempo en ayudar a la víctima que las que habían probado con un juego no violento, 73 segundos frente a 16 segundos de tiempo de reacción.

Asimismo, las personas que habían "echado una partida" con un videojuego violento mostraron menos probabilidades de darse cuenta y de informar sobre la pelea, e incluso las que informaron del incidente opinaron que era "menos grave" que las personas que habían jugado con un videojuego no violento.

En el segundo grupo, 162 espectadores adultos se vieron sometidos a un visionado de películas con contenidos violentos o sin ellos. Los investigadores escenificaron una situación de urgencia fuera del teatro en la cual una joven con un tobillo vendado y muletas "accidentalmente" dejaba caer las muletas y hacía esfuerzos para recuperarlas.

Los investigadores cronometraron el tiempo que tardaban los espectadores de las película en acudir a recoger las muletas y ayudar al afecto. El resultado fue que el 26 por ciento de los participantes que acababan de ver una película violenta tardaron más tiempo en acudir a ayudar que las personas que acababan de ver una película no violenta.