GRANADA 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) ha determinado que los estudiantes universitarios presentan niveles moderados de nomofobia, el miedo irracional a no disponer de su teléfono móvil o smartphone. Estos niveles de nomofobia son más altos cuando el estudiante no puede realizar una comunicación instantánea o comprobar nuevas notificaciones en el móvil.
Además, aunque un grupo considerable de la muestra que participó en el estudio afirmó tener un peor descanso debido al uso excesivo de sus teléfonos móviles, los investigadores señalan que no existe relación entre este hecho y una mayor prevalencia de nomofobia. Sin embargo, parece haber una correlación positiva entre la cantidad de tiempo que se pasa con el smartphone al día y presentar un mayor nivel de nomofobia.
Todas estas conclusiones se desprenden de una investigación publicada en la revista Nurse Education in Practice, en la que han participado 880 estudiantes de Enfermería de la Universidad de Granada.
El trabajo ha sido realizado por Antonio José Moreno Guerrero, Francisco Javier Hinojo Lucena, Juan Manuel Trujillo Torres y Antonio Manuel Rodríguez García, profesorado de la Universidad de Granada de las Facultades de Educación, Economía y Tecnología (Ceuta), Ciencias de la Educación (Granada) y Ciencias de la Educación y del Deporte (Melilla) y miembros del grupo de investigación AREA, HUM672.
La nomofobia es la dependencia extrema al teléfono móvil por parte del sujeto o, dicho de otro modo, el miedo que siente la persona cuando no tiene su móvil a su alcance inmediato y/o no puede hacer uso del mismo de manera instantánea, ya sea por ausencia, falta de cobertura, conexión de datos u otros factores y, por tanto, no puede revisar el nuevo contenido disponible a través de su smartphone; como notificaciones, redes sociales o correo electrónico, o está imposibilitado para conectarse con otros a través del dispositivo.
La investigación sobre este fenómeno, que se encuentra actualmente en auge, pone de manifiesto que esta situación puede acarrear problemas en la vida diaria de la persona, así como en su entorno cercano, ya sea afectando a la propia calidad de vida (alimentación, descanso, relaciones sociales), a la profesión (menor rendimiento, mayor distracción) y a sus estudios.
Este trabajo ha analizado el nivel de presencia de esta fobia moderna propia del siglo XXI en el estudiantado del Grado en Enfermería de los tres campus de la UGR donde se imparte la titulación. A su vez, tiene por objetivo analizar si aquellos estudiantes que afirman tener un peor tiempo de descanso debido al uso que hacen de su smartphone presentan mayores índices en el problema objeto de estudio, así como conocer la influencia del tiempo de uso diario en los niveles de nomofobia.