Estudian la relación entre el sistema inmune del cerebro y el Alzheimer

cerebro, recurso, neuronas
JENS LANGNER
Actualizado: miércoles, 21 septiembre 2011 16:31

SEVILLA 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Grupo de Fisiopatología de la Enfermedad del Alzheimer del área de Neurociencias del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS) están analizando cómo retrasar las consecuencias del Alzheimer mediante el estudio de las células microgliales, que forman parte del sistema inmune del cerebro y que se activan de forma "excesiva" con la aparición de la enfermedad.

En el marco del Día Mundial de esta enfermedad, estos especialistas han explicado que el equipo de trabajo se centra en determinar los motivos de la aparición de la enfermedad y si, realmente, es posible ralentizar o encontrar algún tratamiento farmacológico.

Para ello, estudian el sistema inmune de ratones a los que previamente les han provocado la enfermedad y muestras de tejidos de pacientes con Alzheimer.

"El sistema inmune cerebral es particular y, por ende, no responde igual que el del resto del organismo, pues está separado físicamente y su funcionamiento es diferente", ha aclarado al respecto en una nota el catedrático de la Hispalense responsable de la investigación Javier Vitorica a través de la Fundación Descubre.

El objetivo es esclarecer si la respuesta inmune puede estar implicada en la degeneración de las células neuronales y con ello diseñar una posible terapia para retrasar los efectos de la patología. En este sentido, los expertos emplean técnicas de bioquímica, biología molecular y biología celular, es decir, cultivos de tejidos, animales transgénicos, muestras humanas y preparando nuevos animales para ver cómo se comporta el sistema inmune cerebral.

"Cruzamos roedores donde sobreexpresamos las proteínas responsables de la variante familiar del Alzheimer, con ratones que carecen de la proteína interleuquina 4, responsable del componente anti-inflamatorio de la respuesta inmune", ha explicado este experto, quien ha dicho que, de esta forma, analizan el papel de la neuroinflamación en la progresión del Alzheimer. "La ausencia de la proteína IL-4 debería agravar el proceso en los animales".

A los cruzamientos entre ratones se suman los denominados 'modelos de la enfermedad', aquellos que tienen modificados genes que producen las patologías en humanos. "El objetivo es ensayar los posibles agentes farmacológicos para, después, extrapolarlo al ser humano. Antes de probar cualquier terapia en pacientes, hay que hacerlo siempre 'in vitro', en cultivo y en vivo (modelos animales)", ha agregado Vitorica.

El estudio, financiado con 176.980 euros por la Junta, se encuentra actualmente en una etapa intermedia, donde el equipo de investigación prepara nuevos modelos para contrastar la validez la hipótesis. "Ahora mismo estamos induciendo ese Alzhéimer en animales. Es un periodo muy lento el preparar un animal modificado genéticamente, además, se trata de una patología asociada al envejecimiento, y la enfermedad, incluso en modelos, no se manifiesta hasta los 12 o 18 meses", ha concluido.