Los estrógenos podrían hacer a los hombres agresivos y territoriales, según un estudio

Actualizado: viernes, 2 octubre 2009 20:45

MADRID 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

Una investigación de la Universidad de California (Estados Unidos) publicada en 'Cell' sugiere que los estrógenos --y no sólo la testosterona, como se cree-- podrían jugar un papel importante en el hecho de los hombres desarrollen patrones de conducta considerados 'masculinos', es decir, más duros, agresivos y territoriales.

Según explica el investigador Nirao Shah, profesor auxiliar de Anatomía en la Universidad de California, "se conoce desde hace décadas que los estrógenos podrían jugar un papel clave en el proceso que hace que los hombres se comporten como hombres". "Lo que hemos hecho nosotros es aportar elementos sobre la lógica de cómo los estrógenos regulan ese comportamiento", resaltó.

Los estrógenos regulan el ciclo menstrual de la mujer y causa los cambios que sufre la figura femenina en la pubertad. Por su parte, la testosterona está detrás del crecimiento del pelo y de que la voz de los varones se vuelva más profunda tras la adolescencia.

Tanto hombres como mujeres producen de forma natural pequeñas cantidades de ambas hormonas que, según sostienen ahora los científicos, son "las dos caras de la misma moneda" en el proceso de regulación de muchas funciones del cuerpo.

Por ejemplo, son los estrógenos, no la testosterona, la que determina cuando paran de crecer los huesos, e investigaciones previas han demostrado que los estrógenos son esenciales en la fertilidad masculina después de que ratones genéticamente manipulados para no tener células sensibles a la hormona se volvieran estériles.

En su investigación, el profesor Shah y sus colaboradores demostraron que las células del cerebro con un encima denominada aromatasa convierte la testosterona en estrógenos y que los hombres tienen más de estas últimas cuando están a punto de poner en marcha los circuitos cerebrales que controla el comportamiento territorial.

El estudio encontró más células con aromatasa positiva en los varones dentro de dos regiones del cerebro que se sabe regulan los comportamientos sexuales y la agresividad.

Cuando las ratas recibían suplementos de estrógeno al nacer desarrollaban patrones cerebrales de aromatasa indistinguibles para los ratones. Estas hembras mostraban comportamientos territoriales propios de los machos y agresividad contra intrusos masculinos. Por contra, las ratas no tratadas nunca o casi nunca atacaron a ratones.

"Está claro que los estrógenos fueron los culpables de este patrón masculino de aumento de las células que expresan la aromatasa, lo que sugiere que la aromatasa juega un importante rol en las vías neuronales responsables de estas diferencias de género", apuntó Shah.

"Cerca del 80 por ciento de los ratones luchará con otros machos de forma rutinaria, pero siempre hay un pequeño grupo que lucha poco o casi nada", señaló, explicando que esta diferencia puede explicarse por una combinación de experiencias sociales con sucesos ocurridos en el desarrollo temprano, que hacen al cerebro diferente.