El estrés generado por la pandemia, causante del aumento de casos de bruxismo y dolor miosfacial

Toothache. Woman suffering from tooth pain  Dolor de muelas. Mujer que sufre de dolor de dientes
Toothache. Woman suffering from tooth pain Dolor de muelas. Mujer que sufre de dolor de dientes - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / ANETLANDA - Archivo
Publicado: jueves, 19 noviembre 2020 11:40

MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

El síndrome de dolor miofascial, asociado a la disfunción temporomandibular, ha experimentado un importante incremento desde el inicio de la pandemia de Covid-19, según el médico del Servicio de Cirugía Maxilofacial y Odontología del Hospital Nuestra Señora del Rosario, el doctor Philip J. Brabyn, que añade que este síndrome tiene "un gran componente psicosocial, y las situaciones de estrés y/o ansiedad, como la actual, pueden aumentar la contracción de la musculatura, acrecentando los síntomas de dolor".

Esta situación también se detecta en el aumento de los casos de bruxismo, la actividad "parafuncional" que más comúnmente se asocia con la disfunción temporomandibular. "La causa de este acto involuntario de apretar los dientes de modo exagerado, rechinarlos o protruir la mandíbula de forma repetitiva es multifactorial y afecta a más del 20 por ciento de la población, pero, sin duda, es el estrés social, familiar o laboral el desencadenante de esta patología", continúa el cirujano oral y maxilofacial.

Si la contracción repetitiva de la musculatura de la masticación es crónica, no solo produce dolor mandibular, daño y fractura de los dientes, otalgia, cefalea o un desgaste de la articulación de la mandíbula, sino que también puede hacer que el músculo se desarrolle de más y aumente su volumen, produciendo una hipertrofia. "Esta hipertrofia muscular a nivel de los músculos maseteros puede darle a la cara un aspecto más cuadrado, y puede ser bilateral o unilateral (el 80% de las personas tienen un lado dominante para masticar). Al existir un sobredesarrollo muscular, puede incluso empeorar los episodios del bruxismo y los síntomas de dolor", explica el doctor Brabyn.

ABORDAJE MULTIDISCIPLINAR Y BOTOX

Para el experto, la clave del tratamiento de esta patología es el abordaje multidisciplinar dentro de unidades de cirugía maxilofacial y odontología avanzadas, con el apoyo de fisioterapeutas y psicólogos para manejar el estrés y la ansiedad. La utilización de tratamientos que incluyan la fisioterapia y el uso de férula de descarga se han visto complementados con el uso de toxina botulínica (conocida como botox), un relajante muscular aplicado mediante inyecciones directas en la musculatura de la masticación.

El botox aporta tres resultados beneficiosos al ser aplicado en la musculatura de la masticación, tales como relajación muscular de los músculos masetero y temporal; reducción de la masa muscular, produciendo una leve atrofia muscular y reduciendo el aspecto de "cara cuadrada"; ydisminución del dolor al bloquear sustancias que inducen dolor

Así las cosas, en estudios a pacientes tratados con toxina botulínica, se ha visto una reducción de volumen muscular entre un 20-30 por ciento durante los primeros 3 meses, mantenida hasta los 6 meses; y también una reducción de la fuerza masticatoria de aproximadamente el 20 por ciento en los primeros 6 meses de forma mantenida.

Según el doctor, el efecto es duradero, ya que, aparte de reducir el dolor, relajar la musculatura y disminuir el volumen muscular, se rompe el ciclo de rechinar y apretar los dientes. "En general, más de un 80 por ciento de los pacientes que reciben tratamiento refieren que ha sido beneficioso", destaca el cirujano oral y maxilofacial del Hospital Nuestra Señora del Rosario.

"El uso de Botox es un tratamiento seguro y eficaz, y su inyección en los músculos de la masticación (masetero y temporal) reduce las contracciones involuntarias, relaja la musculatura, disminuye el dolor, y previene y reduce el sobredesarrollo muscular y el aspecto de cara cuadrada, dando como resultado una apariencia facial triangular más estética", concluye el doctor.