VALNCIA 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El estrés y la ansiedad incrementan el dolor mandibular y el rechinar de dientes, conocido bruxismo, como pero la fisioterapia ayuda a restaurar el movimiento muscular y contribuye así a reducir el dolor, según señalan el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana (ICOFCV).
En concreto, este trastorno consiste en apretar y rechinar los dientes de forma involuntaria y regular, tanto a lo largo del día como durante la noche, lo que puede causar daños en los dientes, desgaste del esmalte, dolores musculares en la zona de la mandíbula e incluso dolores frecuentes de cabeza.
La fisioterapia trata el dolor de la mandíbula, la articulación y toda la musculatura relacionada para "restaurar el movimiento y contribuir eficazmente a reducir el dolor", según se explica en el videoconsejo de la campaña '12 meses, 12 consejos de salud', del ICOFCV, que realiza junto a los Colegios Profesionales de Fisioterapeutas de Cataluña, País Vasco, Navarra, Galicia, Madrid, Cantabria, La Rioja y Aragón.
Al respecto, explican que el bruxismo está desencadenado en la actualidad, básicamente, por factores psicosociales, ya que vivimos en una sociedad con un alto porcentaje de estrés y ansiedad. Además del desgaste de los dientes, también puede generar "marcas en los labios por apretar con los dientes y en la zona de la mejilla, dolor en la articulación temporomandibular (ATM), en la zona superior de la mandíbula, cercana al oído, o hipertrofia del músculo masetero, en el área del moflete", añaden los fisioterapeutas.
La acción de los fisioterapeutas interviene en todas estas áreas en la cabeza del paciente. "Además toda la región mandibular está conectada con la columna cervical, por lo que los fisioterapeutas también debemos tratar esta zona una vez valorados los síntomas", inciden desde el ICOFCV.
PAUTAS DE ALIVIO
Los fisioterapeutas aconsejan una serie de pautas básicas para aliviar este trastorno involuntario como vigilar dónde colocas la lengua cuando estás en reposo ya que debería estar apoyada en el paladar superior detrás de los dientes.
Asimismo, hay que evitar que los incisivos superiores e inferiores estén en contacto y revisa cuánto abres la boca dado que lo normal sería que cupieran unos tres dedos entre los incisivos de arriba y los de abajo.
Un ejercicio sencillo para relajar esta región es mantener la presión con los dedos en el músculo masetero a la vez que abrimos un poco la boca. Posteriormente quitamos la presión para cerrar la boca y repetimos sin generar dolor, según las mismas fuentes.