MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -
Ejercicios simples para estirar los músculos de la pantorrilla pueden reducir el dolor en las piernas al caminar y aumentar el flujo sanguíneo en las personas que viven con enfermedad arterial periférica, según un resumen preliminar de un estudio que se presenta en las Sesiones Científicas sobre Arteriosclerosis, Trombosis y Biología Vascular/ Enfermedad Vascular Periférica de 2017 organizadas por la Asociación Americana del Corazón y que se celebran hasta el sábado en Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos.
"Es una intervención muy segura y fácil que se puede hacer en casa y tiene el potencial de mejorar realmente su tolerancia para caminar", subraya la autora del trabajo, Judy M. Muller-Delp, profesora de Ciencias Biomédicas en la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Florida, en Tallahassee, Estados unidos.
La enfermedad arterial periférica (PAD, por sus siglas en inglés) afecta a más de 8,5 millones de adultos estadounidenses y muchos no saben que la tienen. El síntoma más común en las extremidades inferiores es un calambre muscular doloroso en las caderas, muslos o pantorrillas al caminar, subir escaleras o hacer ejercicio, pero el dolor a menudo desaparece cuando se deja de hacer ejercicio, aunque puede tardar unos minutos.
Si hay un bloqueo del flujo sanguíneo debido a la acumulación de placa, los músculos no obtendrán suficiente sangre durante el ejercicio para satisfacer las necesidades. El dolor de "calambres" (llamado claudicación intermitente), cuando es causada por PAD, es la forma que tienen los músculos de advertir al cuerpo que no está recibiendo suficiente sangre durante el ejercicio para satisfacer la creciente demanda.
En este estudio, los investigadores evaluaron a 13 pacientes (seis mujeres y siete hombres con una edad media de 71 años), la mayoría tomando un medicamento con estatinas y fármacos antiplaquetarios. Se enseñó a los participantes cómo estirar pasivamente su músculo de la pantorrilla en sesiones diarias de 30 minutos con una férula o tablilla que flexiona el tobillo alrededor del 15 por ciento. Se midieron la capacidad de caminar y el flujo sanguíneo después de cuatro semanas de estiramiento de cada pierna (cinco días a la semana) y después de cuatro semanas sin los estiramientos especiales.
MEJORA LA CAPACIDAD DE RELAJACIÓN Y EXPANSIÓN DE LAS ARTERIAS
En comparación con un mes sin estiramientos, después de un mes de estiramiento diario los participantes mejoraron la capacidad de las arterias de las pantorrillas para relajarse y expandirse para permitir que fluya la sangre después de ser retenida momentáneamente con un manguito de presión arterial (una prueba llamada dilatación mediada por flujo) desde un promedio de 3,7 por ciento a 5,2 por ciento, moviéndolas en el rango normal para personas mayores sanas.
Además, se extendió la longitud hasta la que podían caminar durante seis minutos, alrededor de la mitad de una manzana de una ciudad más lejos, pero todavía muy por debajo de lo normal para las personas de la misma edad; y prolongaron la distancia que podían caminar antes de necesitar detenerse y descansar debido al malestar de las piernas. Los programas de andar estructurados son una piedra angular del tratamiento de PAD, junto con medicamentos y, a veces, intervenciones para abrir los vasos sanguíneos obstruidos.
"Un fisioterapeuta puede instruirle cómo ajustar y usar las férulas correctamente para que pueda hacer los estiramientos en casa. No hay duda sobre el beneficio del entrenamiento en la salud de los vasos sanguíneos en pacientes con PAD. Si una persona tiene limitaciones en su capacidad para caminar, yo le recomendaría que, por lo menos, realicen estiramientos musculares para poder obtener suficiente comodidad y confianza a la hora de caminar para poder participar en un programa de ejercicios de andar", señala el autor principal del estudio Kazuki Hotta, investigador en Ciencias de la Ingeniería en el Universidad de Electro-Comunicaciones en Tokio, Japón.