MADRID 13 May. (EUROPA PRESS) -
Un ambiente rico en estímulos podría mejorar la cicatrización de las heridas, según sugiere un estudio del Instituto de Medicina Mente-Cuerpo Benson-Henry del Hospital General de Massachusetts y el Hospital de Quemados Shriners en Boston (Estados Unidos) que se publica en la revista 'PLoS ONE'.
Los resultados del trabajo muestran que las mejoras en el ambiente en el que son criadas las ratas pueden fortalecer el proceso de cicatrización de las heridas. Los investigadores descubrieron que si se proporcionaba a las ratas que vivían aisladas la oportunidad de construir nidos se cicatrizaban más rápido y de forma más completa las heridas de quemaduras que en aquellos animales que crecían aislados sin esta posibilidad. El estudio también mostró que este efecto se asociaba con una expresión genética alterada en estructuras asociadas al estrés en el cerebro.
Estudios anteriores indican que un ambiente más estimulante mejora la conducta maternal en las ratas y que el estrés reduce la cicatrización tanto en humanos como en animales. Los investigadores diseñaron su estudio para examinar si un ambiente enriquecido podía reducir el impacto del estrés sobre la cicatrización de las heridas e investigar los cambios asociados a la actividad cerebral y la conducta.
Ratas jóvenes recién destetadas fueron situadas en jaulas compartidas con otras ratas o en jaulas aisladas. Junto con materiales estándar para prepararse sus lechos, algunos de los animales aislados también recibieron pequeños cuadrados de algodón que podían desmadejar para producir nidos. Estos materiales de anidamiento fueron reemplazados dos veces por semana y en cada ocasión las ratas se producían sus propios nidos.
Los investigadores desarrollaron un experimento para evaluar la cicatrización de heridas en estos grupos de animales. Cuatro semanas después de que se realizara bajo anestesia una quemadura a los animales, el 92 por ciento de las ratas criadas en grupo habían sanado en comparación con el 12 por ciento de aquellas aisladas sin materiales para producir nidos. Sin embargo, entre aquellas ratas aisladas que podían producir nidos habían sanado el 62 por ciento.
Otro experimento mostró que una dosis diaria de oxitocina tenía el mismo efecto sobre la cicatrización de heridas que los materiales para anidar. Un tercer experimento expuso que la posibilidad de producir nidos redujo la conducta hiperactiva observada en las ratas criadas en aislamiento y también tenía efectos en el hipocampo, una estructura clave en el estrés, al aumentar la expresión de genes producidos en bajos niveles en los animales aislados.