MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Pulsos magnéticos dirigidos al cerebro reducen la ansiedad y el consumo de sustancias en pacientes adictos a la cocaína, según los resultados de un estudio piloto, publicados en la revista revisada por pares 'European Neuropsychopharmacology'. Esta investigación sugiere que esto puede convertirse en un tratamiento médico eficaz para los adictos a la cocaína, aunque se necesita un ensayo más amplio para confirmar los hallazgos iniciales.
El consumo de cocaína se ha generalizado en el mundo occidental, con 2,3 millones de jóvenes europeos de entre 15 y 34 años que la consumían el año pasado. El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos calcula que 1,4 millones de estadounidenses padecen adicción al a cocaína. No hay tratamiento farmacológico eficaz para ello, con terapias de comportamiento como elemento principal de cualquier régimen terapéutico.
Ahora, un grupo de investigadores que trabajan en Italia y Estados Unidos ha demostrado en un estudio clínico preliminar que el consumo de cocaína se puede reducir mediante el tratamiento con EMTr (estimulación magnética transcraneal repetitiva).
Uno de los autores, el doctor Antonello Bonci, director científico del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, y profesor adjunto en la Universidad John Hopkins, en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, explica: "A pesar del hecho de que más de 20 millones de personas en el mundo sufre desórdenes por consumo de cocaína, no hay tratamientos neurobiológicos eficaces para los pacientes con esta enfermedad devastadora".
El trabajo práctico lo realizó el equipo de científicos dirigido por el doctor Luigi Gallimberti, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Padua, en Italia, que inscribió a 32 pacientes que buscaban tratamiento para la adicción a la cocaína en el ámbito clínico. Los pacientes participantes fueron asignados al azar para recibir EMTr o medicamentos estándar para aliviar los síntomas.
El grupo experimental recibió una sesión de estimulación magnética transcraneal repetitiva por día durante cinco días y, luego, una vez a la semana durante las siguientes tres semanas, hasta un total de 8 sesiones de TMS durante más de 29 días. Los que estaban en el grupo de control recibieron tratamiento farmacológico para los síntomas asociados con la adicción a la cocaína (como la depresión, la ansiedad y los trastornos del sueño).
El estudio indicó la seguridad de la EMTr en pacientes con adicción a la cocaína, quienes presentaron significativamente menos ansias y un número significativamente mayor de sus análisis de orina sobre drogas estaban libres de cocaína en estos pacientes EMTr en comparación con el grupo control. Además, el 69 por ciento (11/16) de los pacientes en el grupo experimental no mostró ninguna recaída, mientras que sólo el 19 por ciento (3/16) de los pacientes de control mostraron un resultado positivo similar (se ajustaron los resultados para pacientes que se retiró del estudio).
"EMTr es un enfoque terapéutico no invasivo y muy seguro que se utiliza con otros problemas de salud mental y neurológicos, como la depresión y el dolor neuropático. Nuestro estudio sugiere que la EMTr también puede representar un nuevo tratamiento para los pacientes con trastorno de adicción al consumo de cocaína", subraya Bonci.
Al final de los primeros 29 días del análisis, al grupo experimental se le dio la opción de continuar el tratamiento, mientras que a los de control se les ofreció la posibilidad de recibir el mismo tratamiento EMTr que el grupo experimental durante 63 días. Los resultados confirmaron adicionalmente los efectos beneficiosos de EMTr en ayudar a los pacientes para mantener la abstinencia de la cocaína.
"Consideramos este estudio prometedor, pero preliminar. Necesitamos replicar el trabajo en un grupo más grande de pacientes que utilicen EMTr para el control del trastorno. Por lo que sabemos, este trabajo representa el primer informe clínico que indica que el tratamiento con EMTr resulta en la reducción significativa del consumo de cocaína", señala Bonci.
"También es importante destacar que en este estudio los pacientes estaban buscando tratamiento para su adicción a la cocaína en un hospital: el grupo estudiado, aunque pequeña, era una muestra del 'mundo real'. Hemos continuado el seguimiento de los pacientes del ensayo y la mejora parece mantenerse en el tiempo, hasta 12 meses, a pesar de que no tenemos datos firmes sobre eso todavía. Es importante que esto se tengan en cuenta en un ensayo más grande", añade.
Los científicos apuntaron a un área del cerebro involucrada en la toma de decisiones, la corteza prefrontal dorsolateral porque los estudios anteriores en animales de su laboratorio demostraron que la búsqueda compulsiva de cocaína se asoció con hipoactividad en la corteza prelímbica, que es un área del cerebro que comparte funciones de comportamiento similares a las de la corteza prefrontal dorsolateral. "Es importante destacar, que habíamos encontrado que el aumento de la actividad en la corteza prelímbica podía reducir significativamente la autoadministración de cocaína", relata Bonci.