MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Llevar un estilo de vida activo puede aumentar la probabilidad de que los nervios dañados se regeneren después de una lesión en la médula espinal. Estos hallazgos, publicados en la revista 'Science Translational Medicine', provienen de estudios en ratones y ratas con lesiones en la médula espinal, en los que los científicos descubrieron un mecanismo para reparar las fibras nerviosas después de que se dañaron.
Un equipo internacional, liderado por investigadores del 'Imperial College' de Londres, en Reino Unido, encontraron que proporcionar a los roedores más espacio, una rueda de ejercicios, juguetes y compañía antes de una lesión ayudó a "cebar" sus células, lo que hace más probable que sus nervios dañados se regeneren tras una lesión espinal.
Los investigadores también pudieron imitar los efectos de un estilo de vida activo mediante el uso de un medicamento que se dirige a las mismas vías subyacentes en las células: "reprogramar" las células nerviosas para regenerarse después de una lesión espinal.
El equipo dice que, aunque el trabajo aún se encuentra en una etapa temprana, los hallazgos abren un "camino realista" hacia la prueba de los vínculos entre el estilo de vida activo preexistente y la recuperación de una lesión en la columna vertebral, y posiblemente a ensayos clínicos de su tratamiento farmacológico en pacientes humanos.
La profesora Simone Di Giovanni, del Departamento de Medicina de Imperial, cuyo equipo dirigió la investigación, dice: "La evidencia anecdótica sugiere que las personas con un estilo de vida activo pueden recuperarse en mayor medida después de la lesión de la médula espinal que las que son menos activas. Nuestros estudios respaldan estos hallazgos. Por lo que hemos visto, es casi como si las células nerviosas estuvieran 'preparadas' para la regeneración y el crecimiento, lo que se suma a esta recuperación mejorada".
La médula espinal está formada por haces de fibras nerviosas. Estas son las largas "colas" (o axones) de las células nerviosas, que se extienden hacia arriba y hacia abajo de la columna vertebral. Cuando la médula espinal está lesionada, estas fibras pueden dañarse o, en algunos casos, cortarse completamente, por lo que ya no pueden transmitir señales entre el cerebro y el cuerpo.
ENRIQUECIMIENTO AMBIENTAL ANTES DE LA LESIÓN, CLAVE PARA LA REGENERACIÓN
Hasta la fecha, las lesiones en la columna vertebral han sido difíciles de tratar ya que mientras que el hueso y el músculo dañados pueden curarse, la regeneración de las fibras nerviosas dañadas en el interior (reconectar el cerebro y el cuerpo) sigue siendo un desafío clave. En el último estudio, los científicos descubrieron que estimular las células nerviosas a través del enriquecimiento ambiental antes de una lesión puede ayudar a promover la regeneración de las fibras nerviosas, lo que lleva a un mayor rebrote en el sitio del daño.
"Descubrimos que el enriquecimiento ambiental, como alojar ratones en una jaula más grande de lo habitual, con más roedores, más juguetes, túneles, columpios, ruedas, etcétera aumenta la actividad de las neuronas --explica el profesor Di Giovanni--. Esto conduce a cambios en la expresión génica que hacen que el nervio sea más propenso a regenerarse. Esencialmente, al aumentar la actividad de las neuronas que detectan estímulos ambientales enriquecidos, hemos sido capaces de promover el potencial regenerativo de los nervios después de la lesión de la médula espinal".
Encontraron que cuando a los ratones generalmente se les daba más estímulos ambientales, físicos o sociales, sus células nerviosas se alteraban, aumentando su potencial de regeneración en comparación con los roedores de control que tenían un nivel básico de enriquecimiento. Cuando los nervios de los animales enriquecidos se dañaron posteriormente, los efectos del estilo de vida activo llevaron a un mayor crecimiento y un brote de la fibra nerviosa en el lugar de la lesión.
El doctor Thomas Hutson, del Departamento de Medicina de Imperial, que es el primer autor de la publicación, apunta: "Aunque los hallazgos de que un estilo de vida enriquecido activo antes de la lesión pueden mejorar el potencial regenerativo de las células nerviosas es emocionante, los humanos que viven vidas enriquecidas no lo hacen. Recuperar completamente esto nos llevó a investigar más a fondo los mecanismos celulares subyacentes para identificar un objetivo terapéutico que podría explotarse después de una lesión".
Los investigadores identificaron una molécula clave llamada 'CREB-Binding Protein' (CBP) que puede ser una reprogramación efectiva de las células nerviosas, alterando la expresión de varios genes en las células y aumentando su capacidad para regenerarse. Sobre esta base, el equipo utilizó un medicamento recientemente desarrollado que activa la PBC para reprogramar las células nerviosas dañadas, imitando el efecto regenerativo del enriquecimiento ambiental.
En ensayos con ratones y ratas, encontraron que administrar el medicamento seis horas después de la lesión de la columna (y una vez por semana después) promovió la regeneración y el brote de las fibras nerviosas dañadas. Tras la lesión y el tratamiento con fármacos, las ratas que de otro modo no podían caminar correctamente recuperaron una movilidad significativa en sus patas traseras, en comparación con los animales de control sin tratamiento.
Los investigadores resaltan que el estudio fue limitado, ya que los hallazgos son de roedores con daño espinal relativamente controlado (en comparación con la variabilidad en la ubicación y la gravedad de las lesiones humanas), pero agregan que, en espera de estudios de seguridad y de trabajo en modelos animales más grandes, el fármaco tiene el potencial de pasar a ensayos clínicos en etapa temprana en el futuro.
"El tratamiento farmacológico que promovió la regeneración y recuperación en ratones y ratas después de una lesión de la médula espinal ofrece una oportunidad para probarse en pacientes --señala el profesor Di Giovanni--. En principio, este tipo de tratamiento no está muy lejos de probarse en la clínica. Se necesitan más estudios para demostrar que el fármaco es seguro en humanos, antes de que pueda probarse. Pero en el futuro podría potencialmente combinarse con una neuro-rehabilitación en ensayos clínicos".