MADRID, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los exfumadores que siguen un estilo de vida saludable tienen un menor riesgo de morir por todas las causas que los que no tienen hábitos saludables, según un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, publicado en la revista 'JAMA Network Open'.
La reducción del riesgo de morir se observó en causas específicas, como el cáncer y las enfermedades cardíacas y pulmonares. Las intervenciones en el estilo de vida no se han estudiado de forma sólida en ex fumadores, y estos nuevos hallazgos podrían tener importantes implicaciones, según sus autores.
Mantener un estilo de vida saludable -definido como hacer cosas como ser físicamente activo y tener una dieta saludable- se asoció con una reducción del 27% en el riesgo de muerte durante el período de seguimiento de 19 años, en comparación con no mantener un estilo de vida saludable.
Los hallazgos provienen de un análisis de un gran grupo de ex fumadores que participaron en el Estudio de Dieta y Salud NIH-AARP. "Me sorprendió ver las sólidas asociaciones con el estilo de vida", reconoce la doctora Maki Inoue-Choi, de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer del NCI, autora principal del artículo.
"Los exfumadores que se adhirieron a las recomendaciones basadas en la evidencia sobre el peso corporal, la dieta, la actividad física y la ingesta de alcohol tuvieron un menor riesgo de mortalidad que los exfumadores que no se adhirieron a estas recomendaciones", resume.
Se sabe que dejar de fumar tiene muchos beneficios para la salud, pero los exfumadores siguen teniendo un mayor riesgo de enfermedad y muerte prematura que las personas que nunca han fumado.
Estudios anteriores han sugerido que las personas que siguen las recomendaciones de un estilo de vida saludable, como mantener un peso corporal sano, hacer actividad física, seguir una dieta saludable y limitar el consumo de alcohol, pueden tener un menor riesgo de enfermedad y muerte. Sin embargo, son pocos los estudios que han analizado los beneficios de dicha observancia entre los exfumadores.
El presente análisis incluyó a 159.937 exfumadores que habían completado cuestionarios en los que se preguntaba sobre el estilo de vida, la demografía y otra información relacionada con la salud entre 1995 y 1996, cuando se unieron al Estudio de Dieta y Salud de los NIH-AARP.
Los participantes, cuya edad media al entrar en el estudio era de 62,6 años, fueron seguidos durante aproximadamente 19 años. Durante el periodo de seguimiento, que se extendió hasta 2019, murieron 86.127 participantes. La información sobre la muerte, incluida la causa de la misma, procedía del Índice Nacional de Defunciones.
Para cada participante, los investigadores calcularon una puntuación total de adherencia que iba desde la no adherencia hasta la adherencia total. La puntuación total de adherencia incorporó puntuaciones individuales para el índice de masa corporal, basadas en las directrices de la Organización Mundial de la Salud; para la calidad de la dieta, basadas en las Directrices dietéticas para los estadounidenses, 2010-2015; para la actividad física, basadas en la segunda edición de las Directrices de actividad física para los estadounidenses; y para el consumo de alcohol, basadas en las Directrices dietéticas para los estadounidenses, 2020-2025.
Los exfumadores que obtuvieron las puntuaciones totales más altas de adherencia tuvieron un riesgo de muerte por cualquier causa un 27% menor que los que obtuvieron las puntuaciones más bajas. Además, los participantes con las puntuaciones más altas tuvieron una reducción del 24% en el riesgo de muerte por cáncer, del 28% en el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y del 30% en el riesgo de muerte por enfermedad respiratoria.
Las reducciones del riesgo de muerte se observaron independientemente del estado de salud, de otras condiciones de salud, de la cantidad de cigarrillos que los participantes solían fumar al día, de los años transcurridos desde que dejaron de fumar y de la edad en que comenzaron a hacerlo.
Los investigadores también evaluaron el beneficio de la adherencia para las recomendaciones individuales de estilo de vida. En cada caso, las personas con la puntuación más alta tenían un menor riesgo de muerte que las que tenían la puntuación más baja: un 17% menos en el caso de la actividad física, un 14% menos en el peso corporal, un 9% menos en la calidad de la dieta y un 4% menos en el consumo de alcohol.
"Para obtener el mayor beneficio, es mejor seguir muchas recomendaciones sobre el estilo de vida --recomienda la doctora Inoue-Choi--. Pero incluso los que adoptaron una sola recomendación sobre el estilo de vida experimentaron beneficios".
Los investigadores advierten de que los estudios basados en datos autodeclarados sólo pueden mostrar asociaciones, no establecer causas y efectos, y añaden que que se necesitan más estudios para explorar las asociaciones entre la adhesión a las recomendaciones de estilo de vida y el riesgo de muerte entre los exfumadores en poblaciones más diversas.
