El estilo de vida en la edad adulta podría influir en la altura que se pierde durante la vejez

TERCERA EDAD, ANCIANO, VIEJO
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 2 abril 2013 16:46

MADRID, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

El estilo de vida en la edad adulta podría influir en la altura que se pierde durante la vejez, tal y como ha evidenciado una investigación realizada por economistas de las universidades del Sur de California y Harvard (ambas situadas en Estados Unidos), y Pekín (China).

Este trabajo, que ha sido publicado en la revista especializada 'American Economic Journal: Applied Economics', demuestra que los hábitos de salud que se practican durante la etapa adulta "influyen mucho en el encogimiento que se produce con la edad". Como ejemplo, los expertos exponen que los graduados en secundaria "encogen casi dos centímetros menos en la vejez que los analfabetos".

Este hecho se produce a pesar de que las personas no coman demasiadas verduras ni beban mucha leche en la niñez, momento en el que se determina la altura máxima que va a tener un ciudadano. Para llegar a estas conclusiones, los especialistas se han valido de los datos obtenidos en una encuesta realizada a 17.708 adultos de más de 45 años.

Tras ello, han constatado también que la pérdida de altura con el tiempo "es también un indicador importante para otros problemas de salud". Así lo manifiesta el profesor de Economía de la Universidad del Sur de California e investigador principal del estudio, John Strauss.

EL ENCOGIMIENTO SE ASOCIA AL DETERIORO COGNITIVO

El experto explica que se ha hallado una relación "especialmente fuerte" entre la pérdida de centímetros y la salud cognitiva, ya que las personas de la encuesta que ya habían empezado a encoger "fueron mucho más propensas a un mal desempeño en pruebas estándar de salud cognitiva, como memoria a corto plazo, capacidad de realizar operaciones aritméticas básicas y conocimiento de la fecha".

Además, los factores socioeconómicos también suponen un marcador de encogimiento corporal, y es que los habitantes que residen en zonas urbanas "tuvieron una pérdida mucho menor de altura que los que viven en zonas rurales", señala.

Por último, Strauss expone otros problemas de salud asociados al decrecimiento de las personas, como "ciertos tipos de artritis, inflamación de las articulaciones y de la columna vertebral y osteoporosis".