MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Pasar mucho tiempo sentado está relacionado con cambios en una sección del cerebro que es crítica para la memoria, según concluye un estudio preliminar realizado por investigadores de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, sobre adultos de mediana edad y adultos mayores.
Los estudios demuestran que pasar demasiado tiempo sentado, igual que fumar, aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca, diabetes y muerte prematura. Los investigadores de UCLA querían ver cómo el comportamiento sedentario influye en la salud del cerebro, especialmente en las regiones del cerebro que son fundamentales para la formación de la memoria.
Investigadores de UCLA reclutaron a 35 personas de entre 45 y 75 años y les preguntaron sobre sus niveles de actividad física y el número promedio de horas por día que pasaron sentados la semana anterior. Cada persona se había sometido a una resonancia magnética de alta resolución, que proporciona una vista detallada del lóbulo temporal medial, o MTL, una región del cerebro involucrada en la formación de nuevos recuerdos.
Los investigadores encontraron que el comportamiento sedentario es un importante predictor de adelgazamiento de la MTL y que la actividad física, incluso a niveles altos, es insuficiente para compensar los efectos nocivos del sedentarismo durante periodos prolongados. Este estudio no prueba que sentarse demasiado provoca estructuras del cerebro más delgadas, sino que más horas sentadas se asocian con regiones más delgadas, dicen los investigadores.
Además, los autores del estudio se centraron en las horas dedicadas al sedentarismo, pero no preguntaron a los participantes si descansaron durante ese tiempo. Los investigadores esperan seguir a un grupo de personas durante más tiempo para determinar si sentarse provoca el adelgazamiento y qué papel podrían desempeñar el género, la raza y el peso en la salud del cerebro relacionada con la postura de sentado.
El adelgazamiento del MTL puede ser un precursor del deterioro cognitivo y la demencia en adultos de mediana edad y adultos mayores. La reducción del comportamiento sedentario puede ser un posible objetivo para las intervenciones diseñadas para mejorar la salud cerebral en personas con riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer, según los autores.