Estar casado puede ayudar a las personas a mantener niveles más bajos de azúcar en sangre

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Archivo - Elderly couple holding hands - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / JACOBLUND - Archivo
Publicado: martes, 7 febrero 2023 7:45

MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las personas que viven con un cónyuge parecen tener más probabilidades de gozar de buena salud en términos de mantener niveles más bajos de azúcar en sangre, independientemente de lo armoniosa o no que sea su relación, sugiere un estudio publicado en línea en la revista 'BMJ Open Diabetes Research & Care'.

Los investigadores creen que tener un cónyuge o pareja de hecho puede ser una relación y una fuente de apoyo social y/o tensión importante para la salud de los adultos de mediana edad o mayores.

Estudios anteriores han sugerido que el matrimonio y/o la cohabitación son beneficiosos para la salud, sobre todo para los adultos mayores. También hay varios estudios que han llegado a la conclusión de que el riesgo de diabetes tipo 2 está asociado a una serie de dimensiones de salud social, como el aislamiento social, la soledad, las condiciones de vida, el apoyo social y el tamaño de la red social.

Sin embargo, los efectos de cada dimensión específica de la salud social son complejos, por lo que un equipo de investigadores de Luxemburgo y Canadá se propuso investigar si existía una asociación entre el estado civil y la calidad marital con los niveles glucémicos medios en adultos mayores.

Utilizaron datos de biomarcadores del English Longitudinal Study of Ageing (ELSA), una muestra poblacional de adultos mayores de 50 años y sus parejas, residentes en Inglaterra, de los que se recogen datos cada dos años, con datos de biomarcadores cada dos oleadas.

Los datos utilizados para el estudio fueron los de 3335 adultos de entre 50 y 89 años sin diabetes diagnosticada previamente durante un periodo comprendido entre 2004 y 2013.

La muestra estaba formada por personas sin diabetes preexistente de entre 50 y 89 años de edad en la segunda oleada (2004-2005), cuando se dispuso por primera vez de datos de biomarcadores en el ELSA. La diabetes preexistente se determinó mediante autoinforme.

Se invitó a los participantes a una visita de enfermería tras la entrevista principal en las oleadas 2 (2004-05), 4 (2008-09) y 6 (2012-13) y se tomaron muestras de sangre para medir sus niveles de HbA1c (glucemia media o glucosa en sangre).

También se preguntó a los encuestados si tenían un marido, mujer o compañero con el que vivían y se les hicieron preguntas diseñadas para medir el nivel de tensión social y apoyo social dentro de la relación marital/de convivencia.

Se recopiló información sobre varios factores, como datos sobre la edad, los ingresos, el empleo, el tabaquismo, la actividad física, la depresión, el índice de masa corporal (IMC) y la existencia de otros tipos de relaciones sociales en su red social (hijos, otros familiares directos, amigos).

Los datos mostraron que en el ciclo 2 (2004-05), aproximadamente tres cuartas partes (76%) de los encuestados estaban casados/cohabitaban. El análisis de los datos a lo largo del tiempo mostró que las personas que experimentaron transiciones matrimoniales (por ejemplo, divorcio) también experimentaron cambios significativos en sus niveles de HbA1c y en las probabilidades de padecer prediabetes.

Sin embargo, la calidad de la relación no supuso una diferencia significativa en los niveles medios de glucosa en sangre, lo que sugiere que tener una relación de apoyo o tensa era menos importante que simplemente tener una relación.

Se trataba de un estudio observacional y, como tal, no puede establecer la causa. No obstante, los autores argumentan que entre los puntos fuertes de su estudio se encontraba el uso de la HbA1c como medida de resultado frente a los diagnósticos autodeclarados: la primera es una medida más exacta y precisa cuando se utiliza en encuestas poblacionales que las afecciones médicas diagnosticadas, que dependen de que los participantes hayan accedido a una atención sanitaria adecuada antes de inscribirse en el estudio.

Los investigadores resumen que, "en general, estos resultados sugirieron que las relaciones conyugales/de convivencia estaban inversamente relacionadas con los niveles de HbA1c, independientemente de las dimensiones de apoyo o tensión conyugal. Asimismo, estas relaciones parecían tener un efecto protector frente a niveles de HbA1c superiores al umbral de prediabetes".

"Un mayor apoyo a los adultos mayores que experimentan la pérdida de una relación marital/convivencial por divorcio o duelo, así como el desmantelamiento de los estereotipos negativos en torno a las relaciones románticas en la edad avanzada, pueden ser puntos de partida para abordar los riesgos para la salud, más específicamente el deterioro de la regulación glucémica, asociados con las transiciones maritales en los adultos mayores", concluyen.