MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), Jorge Contreras Martínez, oncólogo radioterápico del Hospital Regional Universitario Carlos Haya de Málaga, ha asegurado que es "bastante improbable" que España sufra una epidemia de opioides como la que está afectando en estos momentos a Estados Unidos para aliviar el dolor.
"Nuestro Sistema Nacional de Salud es diferente. En nuestro país, existen unos controles y protocolos sobre los medicamentos, tanto en la indicación como en su posterior retirada, que establecen distintas barreras para impedir que se produzcan abusos", ha explicado el doctor Contreras durante el tercer Congreso Nacional de Dolor y Cáncer, organizado por SEOR y la Sociedad Española de Oncología Clínica (SEOC), con el apoyo de la Asociación Andaluza del Tratamiento del Dolor y Asistencia Continuada.
Así, ha destacado que la analgesia basada en opioides consigue una "reducción significativa" del impacto del dolor moderado a intenso en la calidad de vida de los pacientes con cáncer. "Los mecanismos de acción son múltiples y diferentes en función de la molécula opioide que se emplee, desde aquellos con bloqueo de receptores específicos, pasando por los nuevos fármacos con un mecanismo de actuación dual", ha detallado.
En este sentido, ha aclarado que existen diversas situaciones clínicas en las que, debido a las características del dolor, "se tiene que utilizar una combinación de opioides, a veces, incluso del mismo grupo farmacológico con diferentes formas de liberación". "Un ejemplo de ello son los fármacos de liberación retardada para el dolor crónico y el de liberación inmediata para el dolor irruptivo", ha expuesto.
"CONTAMOS CON CONTROLES SUFICIENTES"
Acerca de la posibilidad de que España sufra una crisis similar a la estadounidense, la responsable de Dolor de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Juana Sánchez, comparte la misma opinión. "No llegará a España porque se cuentan con controles que pueden ser suficientes", resaltó durante eI I Foro de Actualización en Dolor, celebrado el pasado septiembre.
"Nuestro país cuenta con una fuerte Atención Primaria, con máxima accesibilidad, universal y gratuita, así como con controles que pueden y deben ser suficientes para impedir que se produzcan circunstancias con cierto paralelismo. No podemos caer en el alarmismo o la 'opiofobia' que tan malos recuerdos trae a los que llevamos años luchando para mejorar el tratamiento del dolor en la Atención Primaria. Nuestro Sistema Nacional de Salud no se parece en nada al de EEUU", aseveró.
En este sentido, apuntó que en España el control sobre medicamentos potencialmente adictivos, como pueden ser los opioides, establece "distintas barreras". Por un lado, la prescripción electrónica, que obliga a renovar cualquier opioide a los tres meses, estableciéndose el mejor momento para vigilar y valorar las cuatro 'A' de la prescripción de pioides: analgesia, adherencia, efectos adversos y conductas aberrantes.
El consumo de opioides en España aumentó en más del 83 por ciento entre el año 2008 y 2015, de acuerdo a los datos publicados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). En base a estas cifras, la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) alertó en octubre sobre el incremento del consumo de opioides como "piedra angular" del tratamiento del dolor, "muchas veces fuera de indicación y sin el seguimiento necesario".