La estación del año y el lugar donde se nace influyen en el riesgo de ser celíaco

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Actualizado: miércoles, 21 diciembre 2016 13:46

   MADRID, 17 Ago. (EDIZIONES) -

   La estación del año y el lugar donde se ha nacido podría ser factores determinantes del riesgo de ser celíaco en la infancia. ¿Por qué? Al parecer las infecciones circulantes en el momento de nacimiento parecen tener la clave.

   Según una investigación realizada en Suecia y publicada en la revista 'Archives of Disease in Childhood', precisamente las infecciones virales circulantes podrían ayudar a explicar los patrones temporales y geográficos asociados con el riesgo de desarrollar la enfermedad celíaca en la infancia. El papel de la vitamina D durante el embarazo también tendría un papel.

   Los investigadores basan sus hallazgos en un estudio a largo plazo sobre casi 2 millones de niños hasta la edad de 15 años nacidos en Suecia entre 1991 y 2009. En total, 6.569 de estos niños de 47 hospitales de todo el país fueron diagnosticados con la enfermedad celíaca antes de la edad de 15 años.

   En general, el riesgo de diagnóstico fue de alrededor de 10% mayor entre los niños nacidos en primavera (marzo-mayo), verano (junio-agosto) y otoño (septiembre-noviembre) de lo que era entre los nacidos en invierno (diciembre-febrero).

   Pero no es tan sencillo, los patrones estacionales difieren según la región. Así, el riesgo de enfermedad celíaca fue mayor entre los nacidos en el sur del país, donde la luz solar en primavera y verano es intensa, frente a los niños nacidos en el norte del país, donde las primaveras son más frías y los veranos más cortos.

   Por otra parte, los niños diagnosticados antes de los 2 años parecían estar en mayor riesgo de enfermedad si habían nacido en primavera, mientras que los diagnosticados después de esta edad se encontraban en mayor riesgo al haber nacido en verano u otoño.

   Los años de nacimiento se clasificaron en tres períodos para ver si había alguna diferencia en las tendencias: 1991-1996, cuando hubo una "epidemia" de casos nuevos; 1997-2002, posteriores a la "epidemia", y 2003-2009, cuando la "epidemia" había amainado.

   Esto demostró que los niños nacidos en 1991 y 1996 presentaban mayor riesgo de ser diagnosticado con enfermedad celíaca si hubieran nacido durante la primavera, mientras que los niños nacidos en 1997-2002 estaban en mayor riesgo al nacer durante verano y otoño. Los nacidos en 2003-09 estaban en mayor riesgo al nacer en otoño.

   Además, el riesgo de enfermedad celíaca fue considerablemente más alto entre las niñas que entre los niños en todos los períodos de tiempo y las estaciones.

   Dado que se trata de un estudio observacional los autores recuerdan que no se pueden sacar conclusiones causa-efecto de estos datos, pero avanzar como hipótesis para el aumento de la enfermedad celíaca si se nace en primavera o verano es que "los bebés tienen más probabilidades de ser destetados y que se les introduzca el gluten en su alimentación durante el otoño/invierno, una época caracterizada por la exposición a infecciones virales estacionales".

   Las infecciones virales alteran las bacterias intestinales y aumentan la permeabilidad de las células que recubren el intestino, lo que podría provocar el desarrollo de la enfermedad celíaca, sugieren los investigadores.

   Asimismo, los niveles bajos de vitamina D también se han relacionado con enfermedades relacionadas con la inmunidad, como la esclerosis múltiple, la enfermedad inflamatoria intestinal y la diabetes tipo 1, aunque todos los niños en Suecia reciben suplementos financiados por el estado de vitamina D a partir de 1 semana de edad hasta la edad de 2 años.

   "Otra posible razón está relacionada con la luz solar y la vitamina D porque las mujeres embarazadas que dan a luz en primavera tienen los niveles más bajos de vitamina D durante al final de la gestación cuando se produce el desarrollo del sistema inmune del feto se lleva a cabo".