MADRID 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
Expertos reunidos en el simposio 'Qué hay de nuevo frente a la Meningitis', organizado por Novartis Vaccines en el marco del XXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (SEPEAP), han asegurado que la vacunación es la única vía para la prevención de la enfermedad meningocócica.
Y es que, prácticamente uno de cada diez niños menores de 12 meses fallece después de contraer la enfermedad meningocócica aunque se apliquen los cuidados médicos adecuados. Precisamente por ello, la enfermedad tiene una importancia fundamental en las consultas de Pediatría, desde donde se percibe la vacunación como única vía frente a la enfermedad.
En este sentido, actualmente existen diversas vacunas para la prevención frente a los principales serogrupos del microorganismo asociado a la enfermedad meningocócica: los serogrupos A, C, W135 e Y, además de la recientemente aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) frente al serogrupo B, hasta ahora la única vacuna frente a este tipo de meningococo.
En Europa, los segrogrupos B y C son los que provocan más casos de enfermedad meningocócica invasiva, aunque la incidencia de este último ha descendido en gran medida a partir de la introducción de la vacuna en los planes de vacunación sistemática en el año 2000.
Así, la enfermedad meningocócica por el serogrupo B es en la actualidad la causa más frecuente de meningitis bacteriana y es responsable de 7 de cada 10 casos de meningitis en España. "El serogrupo B es el más frecuente en España, porque frente a los demás serogrupos o bien estamos vacunando o bien no son frecuentes en nuestro entorno", ha comentado el coordinador de la Unidad de Investigación en Vacunas del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela, Federico Martinón Torres.
En concreto, la enfermedad meningocócica está producida por la bacteria Neisseria meningitidis, y su transmisión se produce generalmente de persona a persona por vía respiratoria, al toser o estornudar, aunque las condiciones ambientales como el hacinamiento y el frío también pueden influir en el contagio.
Cada minuto se diagnostica un nuevo caso de enfermedad meningocócica en el mundo, una patología que afecta a 500.000 personas cada año y que ocasiona alrededor de 50.000 muertes prematuras. "Se trata de una infección muy grave, con una alta morbi-mortalidad, de tal modo que un 10 por ciento de los afectados fallece y de los que sobreviven, hasta un tercio lo hace con secuelas graves que incluyen amputaciones, problemas neurológicos graves o sordera, entre otros", ha señalado el experto.
Dicho esto, el experto ha recordado que los bebés y los niños de corta edad, entre 0 y 5 años, son los colectivos más vulnerables ante la infección por meningitis y, de hecho, en Europa los lactantes son 17 veces más propensos a contraer la enfermedad en comparación con la población general. Además de un mayor riesgo de contagio, la detección y el diagnóstico de la enfermedad en la consulta de pediatría también resultan más complicados en este grupo de edad.
"Los signos y síntomas de una meningitis ya instaurada son muy evidentes, sobre todo en niños más mayores y adultos, aunque puede ser un poco más complejo en los niños pequeños, por debajo de un año, cuando los síntomas no son tan claros", ha apostillado el doctor del Servicio de Pediatría del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria de Tenerife y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, Luis Ortigosa.