MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los españoles han otorgado una puntuación de 56,7 sobre 100 a su bienestar social, nueve puntos menos que durante el año 2017 (65,6), según los datos relativos a España en el último estudio internacional 'Cigna 360° Wellbeing Survey', impulsado por Cigna, y que muestra que, a excepción del entorno laboral, el resto de las categorías valoradas en el informe (salud física, situación familiar, capacidad financiera y contexto social) caen en 2018.
Así, los ciudadanos de España consideran que el bienestar social es uno de los puntos más afectados, y que destinan a sus amistades y aficiones un tiempo "escaso". Otros tres aspectos que también han empeorado son los relativos a la salud física, la situación familiar y la capacidad financiera.
Únicamente mejora el bienestar en el entorno laboral, que aumenta 1,4 puntos, alcanzando una nota de 66 puntos, gracias, especialmente, a la satisfacción personal, mucho más valorada en España que la cuestión salarial. En este sentido, no disponer de tiempo suficiente para hacerse cargo de la salud de los padres o la capacidad de hacer frente a las necesidades financieras de los hijos son los dos principales problemas que marcan la caída del índice de satisfacción del contexto familiar. En el caso de la salud física, la calidad de sueño es la que marca la diferencia.
Respecto a la situación financiera, aunque con un leve descenso, el informe realizado por Cigna incide en que todas las dimensiones analizadas se mantienen más o menos estables, exceptuando la posibilidad de hacer frente a gastos económicos si, por algún motivo, no fuese posible continuar en activo. Finalmente, y pese a la mejora del bienestar laboral, el salario sigue siendo el hándicap principal.
A diferencia de los otros 22 países analizados, el estudio de 2018 no muestra contrastes reseñables por sexo en España, aunque sí recoge que, en el aspecto financiero, ellos aseguran tener mejor capacidad económica que las mujeres. Lo que sí se percibe es un "claro pesimismo" de esta cuestión en los adultos más mayores, siendo los millennials, sin embargo, los más positivos.
ESPAÑA, UNO DE LOS PAÍSES MENOS ESTRESADOS A NIVEL MUNDIAL
En general, de acuerdo con la encuesta, el estrés no es una gran preocupación en España. Es más, a escala global, es uno de los países menos afectados, ya que sólo uno de cada diez encuestados reconoce que vive con unos niveles de estrés inmanejables. Las mujeres son más propensas a sufrirlo, especialmente en el ámbito financiero y familiar.
De acuerdo con los datos del estudio, esta relativa tolerancia al estrés tiene su origen, sobre todo, en la estrecha relación de confianza que mantienen los españoles con sus familiares y amigos, por la práctica de ejercicio y por el hecho de dormir más tiempo.
Sin embargo, lamentan que este no sea un tema que se trate en las empresas, ya que alrededor del 60 por ciento de los encuestados asegura no disponer de un programa de salud y bienestar en el trabajo. Tampoco se percibe ayuda profesional al respecto. Además, muy pocos encuestados están dispuestos a buscar apoyo psicológico para lidiar con el estrés, sobre todo en el caso de los millennials.
¿ESTÁN LOS ESPAÑOLES PREPARADOS PARA LA VEJEZ?
En comparación con otros países, los españoles están menos preparados para la vejez: la mitad de los encuestados dice estar listo para mantener una vida social activa en estos años, y uno de cada tres cree que será capaz de hacerse cargo de su familia y del incremento del coste médico que supone el hacerse mayor. Por sexo, las menos optimistas son las mujeres.
"Aquellos que dicen estar más preparados son aquellas personas casadas y con hijos, que tienen una buena situación económica y que actualmente están trabajando. El ritmo de vida laboral en el que estamos inmersos está haciendo que nos replanteemos en todos los sentidos lo que significa cumplir años. Por ello, uno de nuestros principales ejes estratégicos está siendo el envejecimiento. Queremos concienciar sobre la importancia de prepararse y cuidarse de cara al futuro", explica Eduardo Pitto, director comercial de Cigna España.
En este sentido, ha señalado que uno de cada cinco encuestados tiene miedo al aislamiento, mientras que un número similar de personas prevé la posibilidad de necesitar algún tipo de asistencia. Al mismo tiempo, el 25 por ciento de los encuestados cree que al llegar a la vejez estará solo sin nadie que los cuide, un dato muy similar a la media global.
UNO DE CADA OCHO DEPENDERÁ DE UN SEGURO PARA CUBRIR LOS COSTES MÉDICOS
En términos generales, los datos reflejan que los españoles apuestan por la sanidad pública, siendo uno de los países con mayor dependencia a este aspecto a escala global. No obstante, uno de cada ocho españoles tiene o prevé contratar un seguro médico para cubrir un posible incremento de sus costes médicos. Asimismo, a pesar de la predilección por el sistema público, los servicios de odontología se contratan en su mayoría por la vía privada.
En lo que se refiere al posible uso de datos personales, los españoles dan mucha importancia a la transparencia en el tratamiento de esta información. Alrededor del 25 por ciento estaría dispuesto a compartir cualquier aspecto de su historial si el beneficio se tradujese en una mejora de la atención médica en casos de emergencia, detección de enfermedades y ahorro de costes en salud.
Así, se percibe una elevada confianza en los profesionales médicos y en la sanidad pública. Las compañías de seguros presentan mayor reticencia: uno de cada siete se siente cómodo cediendo datos de este tipo a una entidad aseguradora.