MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
España es el segundo país de la Unión Europea (UE) y el Espacio Económico Europeo (EEE) con mayor número de casos de hepatitis B aguda (496), solo por detrás de Alemania (661). Estas cifras sitúan a España en el tercer lugar en tasa de afectados por 100.000 habitantes (1,1), superado únicamente por Islandia (1,5) y Letonia (2,2), según el informe de 2017 del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), publicado este viernes.
Los datos en España son similares a los de 2016 y 2015, cuando se registraron 515 y 529 casos, respectivamente. Así, se ha bajado ligeramente desde los 645 afectados en 2013 (tasa de 1,4) y 633 de 2014 (1,4 por cada 100.000 habitantes), aunque se evidencia un cierto estancamiento. La tendencia es contraria en la mayoría de los países europeos, donde se ha experimentado un descenso constante de las nuevas infecciones agudas de hepatitis B, que han pasado de 1,1 por cada 100.000 habitantes en 2008 a 0,6 en 2017.
Sin embargo, durante el mismo período de tiempo, las notificaciones de hepatitis B crónica en general aumentaron de 6,7 por cada 100.000 habitantes a 10,2 en 2017, y las tasas más altas se registraron entre los jóvenes de 25 a 34 años. El elevado número de infecciones crónicas procedentes del norte de Europa tiene una gran influencia en las tendencias; por ejemplo, Reino Unido registra el 62 por ciento de los casos de hepatitis B crónica en 2017. Así, la mayoría (58%) de los casi 27.000 nuevos casos de hepatitis B notificados en Europa se clasificaron como crónicos.
El ECDC lamenta que la información aportada por los países sobre el modo de transmisión solo estaba completa para aproximadamente un tercio (29%) de los casos agudos notificados en 2017 y solo el 13 por ciento de los casos crónicos notificados. "Por lo tanto, es poco probable que los datos sean plenamente representativos, y las tendencias y diferencias observadas entre los países son difíciles de interpretar", advierten. De hecho, en el informe España no distingue entre casos agudos y crónicos, al contrario que la inmensa mayoría de países.
Para los 718 casos agudos con información completa, la transmisión heterosexual fue la más común (27%), seguida por la nosocomial (16%), las relaciones sexuales entre hombres (13%), las lesiones no ocupacionales (10%) y el uso de drogas inyectables (10%). Italia, Polonia y Rumanía representaron el 74 por ciento de los casos agudos atribuidos a las infecciones de hepatitis B asociadas a la asistencia sanitaria en 2017.
Cuando se disponía de esta información, la transmisión de madre a hijo y en el ámbito de la atención sanitaria fueron las vías más frecuentes de infección crónica por hepatitis B (41% y 28%, respectivamente). Polonia informó del 90 por ciento de los casos crónicos relacionados con la transmisión nosocomial.
De los 12.018 casos (45%) con información sobre la situación de las importaciones, 3.778 (31%) se notificaron como importados. "La influencia de la migración en la epidemiología de la hepatitis B pone de relieve la necesidad de que los países desarrollen programas de cribado que se dirijan a las comunidades de migrantes más afectadas. También destaca la importancia de supervisar los indicadores de vigilancia de rutina de la migración, como el estado de las importaciones", señala el ECDC.