La lepra es una enfermedad "muy contagiosa pero poco virulenta" que infecta cada año a 250.000 personas en todo el mundo, más de la mitad en la India
MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
España registra cada año entre 20 y 30 nuevos casos de lepra (22 en 2009), en su mayor parte importados por población inmigrante, y acumula entre 450 y 500 personas discapacitadas por esta enfermedad, según informaron hoy los responsables de la asociación Fontilles con motivo de la celebración del Día Mundial contra la Lepra, que se conmemora el próximo domingo 31 de enero.
Según denuncia este colectivo, la lepra "está muy lejos de ser erradicada" ya que en 2008 se registraron en el mundo cerca de 250.000 nuevos casos, más de la mitad de ellos (167.500) en el subcontinente indio, y se calcula que en total hay más de tres millones de personas que han sufrido amputaciones o ceguera derivadas de esta enfermedad.
La lepra es una patología crónica de origen bacteriano "muy contagiosa pero poco virulenta" dentro del conjunto de enfermedades infecciosas, explicó el responsable de laboratorio de Fontilles, el doctor Pedro Torres. Puede producirse tanto en adultos como en niños (23.000 casos de transmisión activa en 2009 entre menores de 14 años) y no existe vacuna ni prueba diagnóstica para detectarla, señaló.
A pesar de que hace 25 años que existe un tratamiento a base de antibióticos eficaz y barato para esta patología, "la lepra sigue siendo un problema de salud pública en muchos países del mundo", afirmó Torres. Según este experto, "la detección precoz y la atención temprana son las principales armas con las que se cuenta hoy en día para lucha contra la lepra".
NO BAJAR LA GUARDIA
Sin embargo, los países occidentales ya la han catalogado como "enfermedad olvidada" y en las zonas donde es endémica se empieza a "dejar de lado" una vez cumplen el objetivo propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de reducir el número de afectados a menos de uno por cada diez mil habitantes.
Ejemplo del primer escenario es España, "donde el apoyo del Gobierno español en la lucha contra la lepra es cero, y donde no existe reconocimiento alguno para los afectados por esta patología", aseveró el gerente de Fontilles, José Manuel Amorós.
"Pese a que la lepra está eliminada en la mayoría de los países desarrollados, no se debe bajar la guardia a consecuencia del fenómeno de la globalización. De hecho, los profesionales sanitarios deben permanecer alerta sabiendo que pueden enfrentarse a estas enfermedades olvidadas", subrayó el doctor Torres.
EL DRAMA DE LA INDIA
Por su parte, en la India, el país más castigado del mundo por la lepra, "tras cumplirse el objetivo estadístico de la OMS en 2003, las autoridades han dejado de prestar atención a la lepra, los servicios especializados desaparecen y las cifras globales se ocultan para evitar sacar a la luz la estigmatización social que sufren los afectados", dijo el representante de Fontilles en India, B. Vijayakrishnan.
"Más allá de las estadísticas, en este país existen auténticos dramas que traspasan las secuelas físicas", aseguró Vijayakrishnan. La persona afectada y su familia están condenadas a décadas de aislamiento, marginación y desgracia", comentó.
Por otra parte, África "es una bomba de relojería" ya que las estadísticas ofrecidas por los gobiernos "no son fiables", apuntó el doctor Torres. Países como Zambia, Malawi o Zimbabwe, que el año pasado reportaron una media de 200 casos, este año no han ofrecido cifras, por lo que "se sospecha que puede haber miles de enfermos sin identificar", afirmó. Además, "muchos gobiernos presionan a los servicios sanitarios para maquillar las estadísticas con el fin de lograr objetivos políticos, generalmente presupuestarios", señaló Torres.
Por este motivo, y en el marco de los actos programados en el Día Mundial de la Lepra, la asociación Fontilles quiere acercar a la sociedad a la realidad de esta enfermedad y sus consecuencias, comentaron sus responsables. Bajo el lema 'Trabajamos por un mundo sin lepra ¿nos ayudas?', esta ONG quiere poner el acento en el trabajo que desempeñan sus voluntarios en tres de los países más afectados por la lepra: India, Brasil y Nepal.