El programa Bioclaim comienza hoy su andadura y servirá de "pilar" para la remodelación de la normativa europea sobre 'Declaraciones de Salud en los Alimentos'
MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El miembro del comité de dirección del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), el profesor Andreu Palou, será el encargado de dirigir el proyecto europeo Bioclaims, dedicado a establecer un sistema de control para garantizar la veracidad de los mensajes publicitarios en el campo de los productos alimenticios.
El programa, financiado por la Comisión Europea con seis millones de euros y orientado a la búsqueda de nuevos biomarcadores en los alimentos que certifiquen sus propiedades saludables, ha iniciado hoy su andadura y tendrá entre sus principales objetivos atajar la publicidad "engañosa" de los productos alimenticios con supuestas propiedades beneficiosas para la salud.
En este sentido, Bioclaims servirá de "pilar" para remodelar la Legislación Europea sobre 'Declaraciones de Salud en los Alimentos', prevista para el 2014, coincidiendo con la finalización del proyecto. No obstante, ya en su fase de implementación la nueva legislación obligará a una gran cantidad de anunciantes a retirar la publicidad de sus productos a lo largo de 2010.
De este modo, los anuncios de productos de alimentación "saludables" únicamente podrán volver a ser emitidos si sus afirmaciones están sustentadas en una evidencia científica rigurosa, acreditada por el Panel de Nutrición de la Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria.
A este respecto, el profesor Palou, actual presidente del comité científico de la Agencia Española de la Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), coordina las investigaciones que permitirán identificar nuevos biomarcadores que certifiquen los efectos y componentes de los llamados "alimentos saludables", utilizando las nuevas tecnologías biológicas, en particular las de la nutrigenómica.
AMBIGÜEDAD PUBLICITARIA
Los resultados extraídos al término de este proyecto permitirán avalar las propiedades de dichos alimentos, corrigiendo así las deficiencias de algunas declaraciones nutricionales permitidas aún en la legislación de ciertos países europeos, como la mención a los efectos antioxidantes, antiinflamatorios, inmunológicos, etc.
La ambigüedad de los reclamos publicitarios ha hecho posible la proliferación de alimentos saludables sin aval científico anunciados mediante 'slogans' que exaltan sus supuestas propiedades beneficiosas: "reduce la tensión arterial", "mejora el colesterol", "aporta vitalidad" o "ayuda a perder peso", explicaron desde el CIBERobn.
"La garantía científica es el único aval que permite al consumidor fiarse de la publicidad de los alimentos. A su vez a los anunciantes les proporciona mayor seguridad jurídica de lo que pueden o no pueden publicitar en sus alimentos", señalaron.