MADRID 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
En España hay actualmente cerca de 50.000 enfermos de poliquistosis renal autosómica dominante, patología caracterizada por el crecimiento de numerosos quistes en el riñón que "no tiene cura ni tratamiento que pueda ralentizarla".
Así lo ha reconocido Naval Espasa, miembro de la Junta Directiva de la Asociación para la Información y la Investigación de las Enfermedades Renales Genéticas (AIRG-E), institución que representa a España dentro de PKD International, organismo que acaba de anunciar la creación de un comité rector de grupos de pacientes para representar mejor las necesidades de este colectivo.
La enfermedad causa un aumento progresivo del riñón, daños estructurales y fallos renales, los síntomas suelen aparecen entre los 40 y los 50 años, dependiendo de los casos.
Algunos riñones poliquísticos pueden crecer hasta medio metro de largo y pesar casi 10 kilos cada uno, cuando el tamaño normal es de 10 centímetros de media y 150 gramos de peso. Esto hace que la mitad de todos los pacientes necesitará diálisis o un trasplante a los 60 años, representando a uno de cada 10 personas en diálisis de mantenimiento.
Los dolores y las infecciones renales son comunes, algunos pacientes también requieren trasplantes de hígado debido a quistes masivos y a aneurismas cerebrales que se pueden producir con más frecuencia que en la población en general.
"La naturaleza progresiva de la PQRAD es un reto tanto físico como emocional; asimismo, como enfermedad hereditaria, supone una gran carga para los familiares", ha afirmado Tess Harris, presidenta de PKD International y consejera Delegada de PKD Charity UK.