MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Max Planck de Alemania han conseguido reducir la inflamación y el daño celular tras un infarto cerebral o ictus gracias a la combinación de unas nanopartículas esféricas llamadas fulerenos con un tipo de azúcar, la glucosamina.
La combinación de ambos compuestos ha dado lugar a unas gliconanopartículas que se han probado con éxito en ratones, según los resultados publicados en la revista 'Experimental Neurology', cuyos autores también esperan que pueda utilizarse en humanos.
La mayoría de los infartos cerebrales se producen cuando los vasos sanguíneos que llegan a este órgano se obstruyen con coágulos o depósitos grasos que disminuyen el flujo de sangre hacia sus células. Es entonces cuando se produce el ataque isquémico del cerebro, una patología que conduce a la degeneración de las neuronas y puede resultar mortal, para la que no existen muchos fármacos que permitan tratarlo.
Hasta ahora se sabía que los fulerenos, unas estructuras huecas y esféricas formadas por muchos átomos de carbono, captan bien radicales químicos que los hacen actuar como agentes neuroprotectores, mientras que la glucosamina, un aminoazúcar de uso común para el tratamiento de la artritis y la artrosis, sirve para atenuar la inflamación.
De este modo, los investigadores han enlazado químicamente los dos compuestos para producir lo que han llamado 'gliconanopartículas', que fueron administradas a ratas de laboratorio a las que se les había inducido el accidente cerebrovascular.
Los resultados concluyen que esa combinación de reduce el daño celular y la inflamación tras el infarto cerebral, según revelaron las imágenes por resonancia magnética de los cerebros de los animales y la mejoría de sus síntomas neurológicos.
SUMA DE EFECTOS PROTECTORES
"Lo que confirma nuestro estudio es que es posible combinar fulerenos y azúcares para sumar sus efectos protectores, y obtener así nuevos materiales que ayuden a prevenir y tratar los infartos cerebrales", ha señalado a 'Sinc' Guillermo Orts-Gil, investigador español del Instituto Max-Planck de Coloides e Interfases (Alemania) y coautor del trabajo.
Aunque de momento es un estudio en ratones, los expertos celebran que estas gliconanopartículas parecen ser materiales "potencialmente eficaces" para tratar infartos cerebrales también en humanos. "Sin embargo hay que ser cautelosos, ya que lo que funciona con ratones de laboratorio, no necesariamente va a hacerlo con personas", añade el científico.
El trabajo es continuación de otro anterior, publicado el año pasado en la revista 'Nano Letters', donde los investigadores también confirmaron que una proteína llamada E-selectina, asociada a la cascada de acontecimientos que se suceden en un infarto cerebral, se distribuye por todo el cerebro, y no solamente en la zona donde se origina el infarto, como se pensaba hasta ahora.