MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con esclerosis múltiple pueden empezar a mostrar un empeoramiento de salud hasta cinco años antes de que aparezca la enfermedad, mucho antes de lo que se pensaba, según los resultados de un análisis exhaustivo de la historia clínica de más de 14.000 afectados.
Así se desprende de los resultados del trabajo de la Universidad British Columbia de Vancouver (Canadá) que publica en su último número la revista 'Lancet Neurology', que es un primer paso para ayudar a los profesionales a adelantar el diagnóstico de la enfermedad e incluso encontrar las causas que la originan, aún desconocidas.
"La prueba de que las personas con esclerosis múltiple ya han cambiado su conducta cinco años antes del diagnóstico más precoz es muy importante porque significa que hay que estudiar ese periodo para entender su origen", según Helen Tremlett, investigadora del Centro de Salud Cerebral Djavad Mowafaghian que ha participado en el estudio.
Esta enfermedad se define como autoinmune porque el sistema inmunitario confunde el tejido propio como ajeno atacando la mielina que protege a las neuronas. Cuando una persona es diagnosticada los médicos tratan de determinar con precisión la aparición de la enfermedad, que suele considerarse a partir del primer evento desmilienizante, que puede incluir problemas de visión o de la función motora.
Los investigadores examinaron el historial clínico de miles de pacientes de las regiones de Columbia Británica, Saskatchewan, Manitoba y Nueva Escocia durante unos 20 años, comparándolos con datos de unos 72.000 personas sin la enfermedad.
Los autores buscaban un pródromo o síntoma precursor que señalara el inicio de la enfermedad, algo que ya se ha detectado en otras enfermedades neurológicas como el Alzheimer o el Parkinson, ya que esto resulta clave para saber cómo debuta una patología.
De este modo, vieron que hay una fase en la que los pacientes comienzan a mostrar síntomas o un empeoramiento de salud antes de que clínicamente esté diagnosticada. En ese periodo, los pacientes suelen acudir a su médico e incluso son ingresados, y consumen más medicamentos que la población general.
"Hay algo que hace que esta población sea única", según José Wijnands, también autor del estudio, que a partir de esta fase confían en concretar ahora qué circunstancias concretas son las que llevan a los pacientes a requerir más atención sanitaria, con el objetivo de determinar un conjunto específico de síntomas que permitan adelantar el diagnóstico.