El error que todos cometemos con los piojos y que hace que vuelvan una y otra vez: "Sin lendrera no sirve de nada"

Archivo - Tratamiento de piojos - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / YSACH - ARCHIVO

MADRID 8 May. (EUROPA PRESS) -

La llegada del buen tiempo, las tardes en el parque, los campamentos escolares o las reuniones familiares aumentan el contacto cercano entre niños y con ello, el riesgo de reencuentro con una vieja conocida que cada año -y a menudo varias veces- pone a prueba la paciencia de padres y madres: la pediculosis, más conocida como infestación por piojos.

Aunque hoy existen tratamientos más eficaces que nunca, no son pocos los progenitores que se desesperan al ver que los piojos reaparecen una y otra vez. "Ya no funciona nada", repiten con frustración. Esta percepción, sin embargo, suele tener una explicación clara: según los expertos, en la mayoría de los casos el problema no es el producto, sino una aplicación incorrecta o incompleta. La clave, como advierte la pediatra Lucía Galán en su blog, está en no saltarse ningún paso: "Usemos el producto que usemos, siempre debe ir acompañado del cepillado con lendrera".

NO ES UN ERROR, SON VARIOS

Uno de los errores más comunes en el tratamiento de los piojos es aplicar el pediculicida sin acompañarlo de un peinado exhaustivo con lendrera. Así lo subrayan tanto la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) como profesionales sanitarias como la pediatra Lucía Galán y la doctora en Farmacia y graduada en Nutrición Humana y Dietética, Boticaria García. Todas coinciden en que ningún producto, por eficaz que sea, elimina por sí solo todas las liendres, y que es imprescindible retirarlas de forma mecánica. En palabras de Lucía Galán, "os recomiendo retirar las liendres que quedan con los dedos; es la mejor manera de hacerlo".

Otro error frecuente es no repetir el tratamiento entre los siete y diez días posteriores a la primera aplicación, justo cuando las liendres que hayan sobrevivido pueden eclosionar y reiniciar el ciclo de infestación. En este sentido, la AEMPS recuerda que la repetición del tratamiento en ese intervalo es clave para cortar definitivamente el desarrollo del parásito.

También es habitual dar por resuelto el problema tras una primera revisión sin detectar parásitos, sin mantener un seguimiento adecuado. Boticaria García insiste en la necesidad de continuar con las revisiones: "A diario durante los primeros días y luego un par de veces por semana, mientras exista riesgo de contagio en el entorno".

REVISAR CABEZAS, INCLUSO SIN SÍNTOMAS

Aunque el picor es el síntoma más frecuente asociado a la pediculosis, no siempre está presente, especialmente en las fases iniciales de la infestación. Algunos niños pueden portar piojos sin manifestar signos evidentes, lo que dificulta su detección precoz.

Por este motivo, se recomienda realizar revisiones periódicas del cuero cabelludo, prestando especial atención a zonas como la nuca y la parte posterior de las orejas, donde los parásitos tienden a concentrarse.

Para facilitar la identificación de liendres, la pediatra Lucía Galán propone un truco sencillo y útil: "Si soplas y no se va, es una liendre. Si se desprende, es caspa".

EL SILENCIO FAVORECE EL CONTAGIO

Una de las medidas más efectivas para interrumpir la cadena de contagios es notificar al centro educativo o a la guardería en cuanto se detecta un caso de pediculosis. No obstante, por pudor o desconocimiento, muchas familias optan por no comunicarlo. Esta falta de información impide que otros progenitores puedan revisar a tiempo la cabeza de sus hijos, favoreciendo así la continuidad del brote.

Además, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) recomienda educar a los menores en la importancia de no compartir objetos personales como peines, gorras o toallas. No obstante, recuerda que la principal vía de transmisión de los piojos sigue siendo el contacto directo cabeza con cabeza.

MITOS COMUNES SOBRE LOS PIOJOS

Aunque siguen muy presentes, muchos consejos populares sobre piojos no tienen base científica. Estos son algunos de los más frecuentes:

"Los piojos solo aparecen por falta de higiene": FALSO. Los piojos prefieren cueros cabelludos limpios, ya que les facilita el movimiento.

"Los animales domésticos pueden transmitir piojos": FALSO. Los piojos humanos son específicos de nuestra especie.

"Los piojos saltan o vuelan": FALSO. Solo se desplazan trepando de un pelo a otro mediante contacto directo.

Además, ni el aceite de árbol de té, ni el vinagre, ni otros remedios naturales han demostrado científicamente su eficacia como tratamiento. "El aceite de árbol de té no sirve para matar piojos", afirma con rotundidad Boticaria García, y recuerda que su uso puede incluso ser peligroso en menores de tres años.

QUÉ PRODUCTOS FUNCIONAN (Y CUÁLES NO)

Uno de los mitos más frecuentes en torno al tratamiento de la pediculosis es la creencia de que cualquier champú o producto cosmético disponible en el supermercado es eficaz para eliminar los piojos. Sin embargo, los expertos coinciden en que únicamente los pediculicidas autorizados y utilizados correctamente pueden garantizar un tratamiento seguro y eficaz.

Boticaria García clasifica los productos en tres grandes grupos:

  • Permetrina: es el insecticida clásico, considerado por la OMS como pediculicida de elección. Su seguridad está ampliamente probada y es apto en embarazadas, mujeres en periodo de lactancia y niños mayores de dos años. Sin embargo, su uso indiscriminado ha favorecido la aparición de resistencias en algunos casos, lo que puede reducir su eficacia.
  • Dimeticona y ciclometicona: son siliconas de alta densidad que actúan mediante un mecanismo físico: inmovilizan al piojo, lo asfixian, lo deshidratan y provocan su colapso intestinal. Al no contener insecticidas, no generan resistencias y son adecuadas para personas con piel sensible, asmáticas, embarazadas o niños mayores de un año.
  • Alcohol bencílico: Es la opción más novedosa y se combina con aceite mineral. Actúa manteniendo abiertos los espiráculos del piojo, permitiendo que el aceite penetre y lo asfixie. Aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) desde 2009, está indicado a partir de un año de edad.

Lucía Galán añade que en casos excepcionales y bajo supervisión médica, se puede valorar un tratamiento oral con antibióticos, pero siempre como última opción.

CONSEJOS PARA PREVENIR FUTUROS BROTES

Los expertos coinciden en que el mejor modo de prevención es la vigilancia activa, no el uso indiscriminado de productos. Algunas recomendaciones clave son:

  • Llevar el pelo recogido en entornos de contacto cercano (colegio, campamentos, parques).
  • Revisar la cabeza regularmente con una buena lendrera metálica, especialmente si hay brotes en el aula.
  • No usar pediculicidas como prevención: su uso sin infestación puede ser tóxico y genera resistencias.
  • Utilizar repelentes con evidencia científica, como el spray de octanediol (de venta en farmacias), aplicado dos veces por semana.