MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las personas con alta capacidad cognitiva son capaces de ampliar su círculo de amistades íntimas, según ha puesto de manifiesto una investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y la Universidad Carlos III de Madrid.
Las personas cuentan con un promedio de tres o cinco amigos con los que tienen una relación muy estrecha (amigos íntimos y/o familia), alrededor de 10 buenas amistades, un grupo más amplio de unas 30-35 personas con las que tratan frecuentemente y un centenar de conocidos en el día a día. Es decir, se relacionan habitualmente con unas 150 personas.
Sin embargo, hasta ahora se desconocía cómo se manejan los círculos de amistad. En este sentido, en el trabajo, publicado en la revista 'PNAS' y recogido por la plataforma Sinc, los investigadores han analizado las relaciones personales desde una perspectiva matemática y han comprobado que la organización de nuestras amistades está guiada en gran medida por nuestra capacidad cognitiva a la hora de manejarlas, es decir, por la cantidad de tiempo y esfuerzo mental que podemos dedicar a ellas.
"Lo que nuestra teoría predice y hemos podido comprobar ahora es que, potencialmente, personas con una elevada capacidad cognitiva, podrían ampliar el círculo de amistades íntimas", ha explicado uno de los autores y catedrático del departamento de Matemáticas de la UC3M, Anxo Sánchez.
NO SE PUEDEN TENER 150 AMISTADES ÍNTIMAS
Esto también ocurre en las comunidades pequeñas cuando hay pocas personas accesibles para establecer una relación, lo que conduce a que se amplíe el círculo de amistades más estrechas entre la gente disponible. "Es la primera vez, hasta donde sabemos, que una teoría puramente matemática, basada en un principio físico básico (el de máxima entropía) predice un fenómeno o estructura social", ha apostillado el experto.
Algo similar ocurre a la inversa. Y es que, según los investigadores, no se puede tener relaciones con unas 150 personas y que todas sean íntimas. Por tanto, tal y como ha asegurado otro de los autores y miembro del Grupo Interdisciplinar de Sistemas Complejos de la UC3M, Ignacio Tamarit, si se tienen muchísimas relaciones, tiene que ser al coste de que casi todas sean superficiales.
A la hora de iniciar el estudio, realizado con el apoyo del programa de Ayudas a Equipos de Investigación Científica de la Fundación BBVA en el área de Economía y Sociedad Digital, los investigadores partieron de la hipótesis de que las relaciones humanas conllevan distinto nivel de esfuerzo dependiendo de la intensidad emocional y que la capacidad de gestionarlas es limitada.
Mediante técnicas estándar de física estadística, calcularon la organización en círculos de amistad y plantearon la idea del régimen invertido (que en comunidades pequeñas con menos relaciones la intensidad de las mismas es mayor). Para comprobarlo, utilizaron datos de comunidades casi aisladas de inmigrantes y tras aplicar el modelo teórico encontraron las evidencias que buscaban.
"Nuestro modelo explica el surgimiento de la estructura en la organización de las redes personales", ha zanjado otro de los investigadores y catedrático del departamento de Matemáticas de la UC3M, José Cuesta.