MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han desarrollado un nuevo sensor óptico que permite detectar en sangre la presencia de proteínas infecciosas llamadas priones, lo que permitirá diagnosticar enfermedades como la de las vacas locas o la de Creutzfeldt-Jakob en humanos antes de que aparezcan los primeros síntomas.
Así se desprende de los resultados de la investigación, en la que también han colaborado un equipo de científicos estadounidenses, que publica la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
Los "padres" de este método han conseguido diseñar un supercristal capaz de actuar como una "nanoantena" que identifica la "huella dactilar" de una molécula.
De este modo, el sensor detecta la presencia de hasta 10 priones (proteínas infecciosas que tienen alterada su estructura secundaria) por cada litro de sangre.
"El método consiste en sumergir este supercristal con el sensor óptico en una muestra de plasma o sangre centrifugada. El sensor, que genera un campo eléctrico extremadamente alto en la superficie del cristal, hace que la señal que rebota en los priones la obtengamos de forma ampliada. Así es fácil cuantificar su presencia", explica el principal autor del estudio, Ramón Álvarez, que trabaja en una unidad asociada del CSIC en la Universidad de Vigo.
Entre las aplicaciones directas del nuevo sensor, los científicos destacan el análisis "eficiente y regular" del ganado bovino y ovino, vulnerable a enfermedades de origen priónico.
"Hoy se sabe que el Alzheimer o el Parkinson comparten también este origen, así que podrían diseñarse sistemas de diagnosis temprana para estas enfermedades. Otra utilidad seria detectar trazas de priones en los bancos de sangre", señala Álvarez.