MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
La epileptóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario (Madrid), Carla Anciones, ha advertido que la epilepsia incrementa su prevalencia a partir de los 60 años pero también hay otro pico principal de edad, que es la infancia o juventud temprana.
Esto sucede, según la profesional, porque el cerebro de las personas mayores es más frágil y más susceptible a sufrir determinadas enfermedades. "Hay ocasiones en que la causa de una crisis en una persona mayor no se llega a determinar nunca, pero desde luego requiere investigarse como sospecha de crisis epiléptica para ver qué puede haber detrás y que luego se le aplique el tratamiento más correcto", ha apuntado.
Asimismo, el cerebro de las personas mayores es más propenso a ictus, infartos cerebrales, ictus hemorrágicos, derrames y también a las enfermedades autoinmunes, las inflamatorias, las encefalitis, que cursan con inflamación del tejido cerebral y que típicamente dan fiebre, alteraciones del comportamiento y crisis epilépticas. "Este tipo de enfermedades requieren de un buen servicio de Neurología para diagnosticarlas y detectarlas bien", ha señalado.
Por último, Anciones ha manifestado que los cerebros en la tercera edad son también más susceptibles y vulnerables a los tratamientos antiepilépticos. "Eso significa que no podemos utilizar las mismas dosis que empleamos en pacientes de menor edad, pues suele haber más comorbilidad (dolencias de riñón o hígado)
o la persona está tomando otro tipo de medicación. Es necesario, pues, contar con profesionales bien entrenados para ofrecer la terapia más adecuada y mejor dirigida posible y que se produzca el menor número de efectos secundarios", ha concluido.