MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -
La enuresis, un hecho comúnmente conocido como mojar la cama por la noche, puede provocar "una quiebra en la autoestima" de los niños que lo padecen, llegando a afectar "a otras esferas de su vida", como pernoctar "en casa de amigos, excursiones del colegio o un campamento de verano", según el jefe de Psiquiatría Hospital Infanta Leonor de Madrid y director de Psikids, Francisco Javier Quintero Gutiérrez del Álamo.
Así, lo ha manifestado durante el encuentro de expertos sobre enuresis, de este martes, organizado por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) y Ferring, para abordar un trastorno que afecta al 16 por ciento de los niños a los 5 años y del 10 por ciento a los 6 años.
"En el desarrollo de los niños, es importante marcar algunos hitos en la adquisición de la autonomía cuando van siendo capaces de hacer cosas por sí mismos, como por ejemplo el control de esfínteres, primero durante el día y luego por la noche. Cuando el niño no es capaz de adquirir esos hitos de desarrollo en tiempo y forma puede afectar al desarrollo de su auto concepto", ha desarrollado el especialista.
En concreto, la enuresis nocturna es definida por los expertos como la emisión de orina durante el sueño, sin despertar, en niños de más de 5 años de edad. Según la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Internacional de Continencia de los Niños, la enuresis, puede afectar a cualquier niño y se considera enurético aquel que tiene dificultades en el control miccional nocturno al menos una vez al mes.
Sin embargo, este trastorno esta "infradiagnosticado", por lo que no recibe "el manejo y tratamiento adecuados", según ha asegurado la doctora Isabel Lostal, pediatra del Centro de Salud Actur Oeste y profesora asociada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza.
"LA ENURESIS NO ES CULPA DE NADIE"
En la mayoría de los casos, la enuresis es causada por la producción excesiva de orina por la noche o la capacidad reducida de la vejiga. El primer estudio mundial de asociación del genoma en la enuresis (GWAS en sus siglas inglesas), indica que es probablemente hereditaria.
La investigación muestra que el riesgo de orinarse en la cama es entre 5 y 7 veces mayor entre los niños con un padre enurético y aproximadamente 11 veces más si ambos padres lo fueron. Además, se ha comprobado una estrecha relación con otras patologías como estreñimiento, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS).
Para la doctora Lostal "entre las causas más frecuentemente implicadas se encuentra la alteración del ritmo circadiano de la hormona antidiurética, que se acompaña de poliuria nocturna con micciones muy abundantes, sobre todo en el primer tercio de la noche, siendo en este grupo el tratamiento de elección la desmopresina antes de acostarse con un alto porcentaje de remisión de síntomas".
"La enuresis no es culpa de nadie y tanto familias como médicos deberían poder hablar sobre el problema sin vergüenza o sentimiento de culpa", ha querido matizar. Sin embargo, "el impacto a menudo se subestima y trivializa, por lo que no se busca ni se ofrece ayuda", según el jefe del Servicio de Urología Hospital Universitario Santa Cristina de Madrid y director del Instituto Urológico Madrileño, Juan Carlos Ruíz de la Roja.
A partir de los 5 años, "la enuresis tiene una tasa de curación alta pero los estudios indican claramente que una intervención temprana hace que los niños se dejen de orinar antes y sus complicaciones sean más leves y desaparezca antes. De no tratarse a tiempo puede llegar hasta la adolescencia o la edad adulta, con consecuencias entonces dramáticas", ha concluido de la Roja.