MADRID 17 May. (EUROPA PRESS) -
Los programas de entrenamiento de fuerza en niños y adolescentes pueden proporcionarles "importantes" beneficios sobre la salud y el nivel de condición física y, en el caso concreto de las niñas, "puede aumentar la densidad mineral ósea de aquellas en riesgo de desarrollar osteoporosis" en la edad adulta.
Así lo ha asegurado el doctor Avery Faigenbaum, profesor en el departamento de Salud y Ciencias del Ejercicio de la Universidad de New Jersey (EE.UU) durante el Simposio Internacional sobre Actividad Física Pediátrica, organizado por la Universidad Europea de Madrid, quien ha subrayado que este uso de la resistencia para lograr contracción muscular beneficia a las niñas de cara a su futuro.
No obstante, ha matizado que deben ser "diseñados y supervisados adecuadamente" porque, "a pesar de los conceptos tradicionales que apuntaban que el entrenamiento de fuerza era potencialmente peligroso para el crecimiento y desarrollo del sistema musculoesquelético de niños y adolescentes, los estudios científicos y observaciones clínicas realizadas indican que las actividades que comprenden ejercicios de fuerza pueden ser seguras, efectivas y saludables".
El entrenamiento de fuerza consiste en una metodología específica de acondicionamiento físico que implica la aplicación progresiva de una amplia variedad de sobrecargas y modalidades de entrenamiento. "En general, cuando un niño de entre 7 y 8 años es apto para participar en algún tipo de deporte, también lo será para iniciarse en el entrenamiento de fuerza y resistencia muscular", ha asegurado el profesor Faigenbaum.
Por su parte, el director de investigación de Medicina del Deporte del Hospital Infantil de Cincinnati (EE.UU), el doctor Greg Myer, ha señalado que entre "un 15 y un 50 por ciento del total de las lesiones sufridas por los jóvenes durante la práctica deportiva podrían ser prevenidas si se prestara más atención al desarrollo de las capacidades físicas fundamentales antes de iniciar la participación en los deportes específicos".
En este sentido, el doctor Myer ha apuntado que los programas de entrenamiento en niños que consiguen "aumentar la fuerza muscular, mejorar la mecánica del movimiento y las capacidades funcionales parecen ser la estrategia más eficaz para reducir las lesiones relacionadas con el deporte en los atletas jóvenes".