MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Organización Colegial de Enfermería ha lanzado una infografía y unos materiales explicando cómo se mueve el coronavirus en el aire y qué recomendaciones se deben tener en consideración para evitar los aerosoles, como ventilar con aire exterior frecuentemente abriendo puertas y ventanas, utilizar mascarillas bien ajustadas a la cara y llevarlas el máximo tiempo posible, fomentar actividades al aire libre, reducir los grupos de personas y el tiempo en espacio interiores, hablar en tono bajo y guardar la distancia de seguridad.
Además, indican que se debe evitar el uso de mascarillas que se caigan, no ajusten bien o no cubran la nariz, los espacios con ruido o música que nos obliguen a gritar y acercarnos a terceros, cantar o gritar en grupo dentro de espacios cerrados y permanecer en espacios cerrados sin renovación de aire.
Hace unas semanas, un estudio publicado en la revista 'JAMA Internal Medicine' dejaba una puerta abierta a la posibilidad de transmisión por aire, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad todavía no lo consideran una evidencia contrastada. Aun así, los enfermeros resaltan que tomar cualquier precaución resulta clave para reducir el riesgo de contagio.
Los aerosoles son partículas suspendidas en al aire que pueden ser transportados por el mismo. En nuestro día a día, y fuera del ámbito sanitario, las emitimos al hablar, cantar, gritar, además de al toser o estornudar. "Los organismos oficiales correspondientes todavía no asumen la vía área como vía de contagio del COVID-19, pero desde la Organización Colegial de Enfermería queremos informar a la población de qué son los famosos aerosoles porque consideramos que cualquier medida de prevención es importante para frenar la expansión de esta pandemia", añade el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya.
Estas partículas suelen clasificarse en función de su tamaño: los aerosoles tienen un tamaño menor de cinco micras y pesan menos, por lo que pueden permanecer suspendidos más tiempo en el aire y transmitirse hasta los seis metros; y las gotículas que son de mayor tamaño, considerándose gotículas pequeñas si su tamaño es entre cinco a diez micras y gotículas grandes las que llegan hasta 100 micras, aunque pueden alcanzar hasta el 1,5 o 2 metros de distancia.
Además, recuerdan que los aerosoles no se comportan igual en espacios interiores que exteriores. En los espacios cerrados sin ventilación, estas partículas permanecen suspendidos en el aire y, por tanto, hay más probabilidades de que sean inhalados por los que estén en la sala. En cambio, cuando se ventila un espacio interior, la circulación de aire hace que se dispersen los aerosoles disminuyendo su concentración y por lo tanto disminuye las posibilidades de inhalarlos.
"Ese riesgo es aún menor en espacios exteriores donde se respeta la distancia social y existe ventilación, ya que los aerosoles se dispersan y las posibilidades de inhalarlos son más reducidas", comenta Pérez Raya.