Andalucía, País Vasco y Castilla-La Mancha son las que más han contabilizado.
MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Observatorio Nacional de Agresiones a Enfermeras y Enfermeros del Consejo General de Enfermería ha registrado un total de 1.469 agresiones en 2018 y ha asegurado que "hay mucho más debajo".
"En aquellas regiones donde hay pocos casos, las cifras nos dicen que se hace un registro insuficiente respecto a lo que está ocurriendo en la realidad, con lo que se vuelve ha poner de manifiesto que hay un mal manejo de la información relacionada con las agresiones", ha valorado el secretario general del Consejo General de Enfermería, Diego Ayuso.
Por comunidades autónomas, la que más agresiones ha contabilizado es Andalucía, con 373, seguida de País Vasco, 184, y Castilla-La Mancha, con 145. Por otra parte, la tipología de la agresión es fundamentalmente verbal, en un porcentaje que se sitúa en más de un 70 por ciento, mientras que la agresión física se sitúa en torno a un 30 por ciento.
"A nivel penal, lo que se denuncia es la agresión física, pero son muchas más las que se sufren a nivel verbal y afectan desde el punto de vista psicológico de una forma muy importante al profesional", ha subrayado Ayuso.
En este contexto, el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, ha incidido en que "sabemos que hay muchas más agresiones de las que tenemos constancia, principalmente cuando hablamos de amenazas o insultos, porque los profesionales piensan que la agresión verbal no es motivo de denuncia".
Según datos presentados por la Policía Nacional recientemente, las denuncias de profesionales sanitarios se situaron en 298 y un total de 322 profesionales agredidos, principalmente médicos y enfermeros.
"Esta disparidad de datos se explica por la ausencia de denuncia en Comisaría de muchas de las agresiones que sufren los enfermeros. El motivo reside en que la mayoría de los profesionales, sobre todo cuando se trata de agresiones verbales, no se atreven a denunciar y nuestro Observatorio incluye casos con denuncia y sin denuncia ante la Policía", ha insistido Pérez Raya.
"Por eso, desde el Consejo General de Enfermería insistimos, una vez más, en que cualquier enfermera o enfermero que sufra una agresión, sea del tipo que sea, lo denuncia ante la propia Policía y en la Asesoría Jurídica de su colegio de Enfermería", ha aconsejado el presidente del consejo.
Además, la denuncia es "especialmente relevante", han recordado desde el consejo, pues cualquier tipo de agresión al profesional es un accidente de trabajo. Pérez Raya ha explicado que "si como consecuencia de la agresión sufrida se deriva un problema de salud tendría la consideración de enfermedad profesional. Si no se declara la agresión, no podrán beneficiarse de la protección por contingencia profesional en el sistema de la Seguridad Social".
REGISTRO HOMOGÉNEO
Además, el Consejo General de Enfermería ha reclamado "la importancia de realizar un registro unificado, homogéneo, a través de nuestro Observatorio Nacional de Agresiones", según Pérez Raya.
El Observatorio del consejo cuenta con un sistema de comunicación y registro de agresiones unificado para que todos los enfermeros españoles puedan comunicar su agresión "de forma fácil" y a través de un formulario.
Además del formulario, en la página 'web' del observatorio también es posible acceder a toda la normativa legislativa relacionada con las agresiones a enfermeras, artículos científicos de interés relacionados con este tema y a las estadísticas por años.
DECÁLOGO DE ACTUACIÓN
De forma paralela, el Consejo General de Enfermería ha puesto en marcha una campaña para fomentar la denuncia de hechos de este tipo que se compone de un decálogo de actuación para prevenir y actuar en caso de agresión, así como un vídeo que pretende ser una llamada a la acción para que toda enfermera que sufra una agresión física o verbal lo denuncie directamente a la Policía o a través de su Colegio y lo notifique al Observatorio Nacional de Agresiones.
En él se incluye el testimonio de una enfermera que fue agredida cuando trabajaba en Urgencias, Teresa Mateos. Entre las secuelas, presenta una lesión cervical y desde entonces, tiene "cierto temor a sufrir una nueva agresión". En su caso, dio parte a salud laboral, en su centro de trabajo, pero reconoce que las cosas "eran diferentes" y entonces no lo denunció a la policía.
Según Pérez Raya, el objetivo final de la campaña "es frenar la lacra de las agresiones al personal sanitario, ya que además de su repercusión en la salud y seguridad de los profesionales afectados, tiene capacidad para incidir de manera negativa en el desempeño de la actividad sanitaria y en la calidad del servicio asistencial que prestan a toda la ciudadanía".
Además el Consejo General de Enfermería y el interlocutor policial sanitario de Policía Nacional desarrollan el programa 'Apple Advice', de Canal Enfermero en YouTube, que dedica su próximo espacio a las principales claves que el interlocutor policial sanitario de Policía Nacional imparte en las charlas que lleva a cabo por toda España.