MADRID 14 May. (EUROPA PRESS) -
Las enfermedades alérgicas afectan a un 33 por ciento de la población, siendo la rinitis alérgica la más común, según ha informado la especialista en alergología de Quirón Sagrado Corazón, Esther Velázquez Amor.
Los principales causantes de la alergia respiratoria son por orden de frecuencia los pólenes, ácaros del polvo, hongos de la humedad y epitelio de animales. No obstante, las distintas estaciones, están asociadas a diferentes tipos de alérgenos, en los que la persona alérgica puede verse más indefenso ante una proliferación de ellos.
Los principales síntomas, tal y como ha explicado Velázquez Amor, son conjuntivitis (picor, escozor, lagrimeo, enrojecimiento), rinitis (congestión nasal, moqueo, estornudos, picor), asma bronquial (tos, pitos ahogos), urticaria (ronchas), angioedema (hinchazón) y eccemas (dermatitis atópica, dermatitis de contacto).
Ahora bien, las personas más afectadas son las personas que trabajan al aire libre (agricultores, jardineros, obreros de la construcción), los niños y jóvenes que permanecen más tiempo en parques o recreos y, en general, todas las personas que realicen actividades laborales o lúdicas al aire libre.
AFECTA MÁS A LA POBLACIÓN QUE VIVE EN LAS CIUDADES
"Aunque resulte paradójico existe más patología alérgica a pólenes en las ciudades que en zonas rurales. En los núcleos urbanos los niveles de contaminación son más altos -hacen que las plantas generen un polen que resulta más agresivo para el ser humano. Por otra parte, en las ciudades se están plantando en los últimos años especies más alergénicas como son el plátano-sombra en las grandes ciudades", ha argumentado la experta.
Dicho esto, ha recalcado que el tratamiento de las alergias respiratorias se basa en la educación sanitaria del paciente, las medidas de control ambiental, la medicación (para prevenir, tratar y controlar los síntomas) y la inmunoterapia (vacunas), único tratamiento etiológico de la enfermedad que puede hacer cambiar el curso de la enfermedad.
Finalmente, la experta ha aconsejado que, para controlar la alergia, se consulten los niveles del polen al que se es alérgico; se mantengan las ventanas cerradas por la noche para evitar que entre polen en casa; se reduzcan las actividades del aire libre por la mañana temprano y a partir de las 19.00 horas; se mantengan las ventanas del automóvil cerradas al viajar; se permanezca lo más posible dentro de casa durante los días de mayor concentración de pólenes; ir de vacaciones a una zona libre de polen (playa/mar); no cortar el césped; no secar la ropa en el exterior durante los días de recuento alto; ponerse gafas de sol; y realizar el tratamiento prescrito por el alergólogo.