La enfermedad del ojo seco se agrava en invierno y llega a afectar al 50% de los jóvenes

Archivo - Cansancio ocular.
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Publicado: miércoles, 7 diciembre 2022 14:54

MADRID 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

La enfermedad del ojo seco (EOS) se agrava en invierno y llega a afectar al 50 por ciento de los jóvenes por permanecer periodos prolongados frente a un monitor o pantallas de dispositivos móviles, según ha comentado la responsable de la Unidad de Oftalmología de Vithas Valencia Consuelo y Vithas Valencia 9 de Octubre, Teresa Sánchez-Minguet.

Los síntomas abarcan desde dolor, ardor, enrojecimiento, ojos cansados, sensación de arenilla y visión borrosa, incluso puede afectar a la superficie de la córnea, por lo tanto, el ojo pierde sensibilidad y surgen problemas de visión. "Un ojo seco en grado leve puede provocar molestia o necesidad de parpadear de forma constante, pero en grado medio la molestia aumenta y se produce una pesadez de los párpados, incluso se puede tener visión borrosa, provocada por queratitis e inflamaciones de la superficie ocular", ha dicho la experta.

Esta patología se agrava durante el invierno porque el frío, el viento o la calefacción pueden provocar una mayor evaporación de la lágrima y otras patologías como meibomitis, una afección en la que las glándulas de los párpados cerca de las pestañas se tapan con aceite solidificado y que tiene como efecto secundario la producción de una lágrima de peor calidad.

En este sentido, la experta ha destacado la importancia que tiene en este tipo de patología la sobreexposición a los rayos UV. "Siempre se tiende a pensar en el verano como la estación clave para protegerse de los rayos del sol por su intensidad, pero en invierno, aunque haya menos horas de luz, existen lugares de alta montaña con nieve donde la luz del sol se refleja en la superficie y el ojo puede sufrir quemaduras ya que la radiación UV es mayor", ha recalcado.

Además, prosigue, en invierno, si uno se encuentra en el exterior, sobre todo con temperaturas muy bajas o con mucho viento, la sequedad del ojo es incluso mayor que con el calor y supone un problema, principalmente para las personas que sufren alguna deficiencia, ya sea en la cantidad o en la calidad de la lágrima.

"Si hace demasiado viento, este provoca que la lágrima se evapore demasiado rápido. Lo mejor en ambos casos es la utilización de gafas de sol homologadas y polarizadas", ha enfatizado la doctora Sánchez-Minguet.

Normalmente, el tratamiento pautado a las personas que sufren de ojo seco de manera leve suele ser evitar la exposición a la calefacción por tiempo prolongado, disminuir la exposición al ordenador y utilizar gotas lubricantes para evitar las molestias.

Según la especialista, la necesidad de aplicar lágrima artificial en ocasiones es porque forma una película protectora encima de la córnea, en la superficie del ojo, que permite mantenerlo siempre húmedo, lo lubrican y eliminan partículas extrañas.

Sin embargo, los pacientes con EOS persistente, moderada o grave deben ser derivados al oftalmólogo para evitar infecciones posteriores, descartar otro tipo de patologías, realizar un estudio de los componentes de la lágrima y establecer el tratamiento más adecuado.

Entre las enfermedades relacionadas con el síndrome del ojo seco se encuentran la artritis reumatoide, la enfermedad de Sjgren, el lupus eritematoso sistémico y otras enfermedades autoinmunes. Además, el EOS puede manifestarse en mayor proporción en personas con enfermedades como diabetes o que sufren alergias.

Finalmente, Sánchez-Minguet ha subrayado el papel importante que juega la alimentación. "Es importante incluir frutas y verduras en la alimentación, y alimentos ricos en ácidos grasos y Omega-3. Esta alimentación ayuda a combatir la sequedad ocular", ha recalcado.

Respecto al cuidado de los ojos en invierno, se debe procurar no poner la calefacción demasiado alta o utilizar humificadores para evitar que el ambiente esté demasiado seco, utilizar los dispositivos en sitios iluminados, a más de 40 centímetros de distancia de los ojos, tomar periodos de 20 minutos de descanso tras una hora de uso y parpadear constantemente para incentivar la producción de lágrimas de una forma natural.