MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional de científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, la Universidad de Kansas (Estados Unidos) y el Consejo de Investigación Médica de Reino Unido han desmantelado la creencia de que la enfermedad de Alzheimer y la encefalopatía traumática crónica (CTE, por sus siglas en inglés) tienen la misma patología.
La CTE ha sido noticia en el mundo del deporte por ser una conocida enfermedad entre los boxeadores y los jugadores de fútbol americano. La patología se desarrolla principalmente después de múltiples golpes en la cabeza. Su característica principal es la abundancia de la proteína tau insoluble agregada, lo que resulta en la formación de ovillos de tau en las células cerebrales de un individuo.
También existe un gran número de ovillos de tau en la enfermedad de Alzheimer. Históricamente, se creía que la encefalopatía traumática crónica y los enredos de la enfermedad de Alzheimer se hacían de la misma manera. En cambio, el equipo internacional de investigación ha desmentido esta teoría en un artículo en la revista 'Nature'.
Usando criomicroscopía electrónica (cryo-EM), los investigadores examinaron los ovillos de tau extraídos de los cerebros de un jugador de fútbol americano y dos boxeadores profesionales, todos ellos reconocidos neuropatológicamente por haber sufrido de CTE. Lo que determinaron es que el pliegue de la proteína tau anormal en el CTE es diferente del pliegue tau en la enfermedad de Alzheimer. Este mismo equipo de investigación descubrió el pliegue tau de la enfermedad de Alzheimer en 2017, un descubrimiento que apareció también en la portada de 'Nature'.
Además, han descubierto un elemento no identificado adyacente a la tau de CTE, que no existe en la tau de Alzheimer. "Estos dos nuevos descubrimientos proporcionan más información sobre la CTE. La información será increíblemente valiosa para el desarrollo de nuevos agentes que ayuden en el diagnóstico y la terapéutica específicamente diseñada para los individuos que luchan contra la encefalopatía traumática crónica", explica uno de los autores, Rubén Vidal, de la Universidad de Indiana.