MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Universidad de California (Estados Unidos) ha concluido que la enfermedad del hígado graso no alcohólico en niños aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, lo que podría explicar el aumento de diabetes que se ha producido en la población infantil en los últimos 20 años.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico es la enfermedad hepática pediátrica más común, y afecta a entre 5 y 8 millones de niños en Estados Unidos. En esta patología, las células del hígado almacenan grandes depósitos de grasa, lo que puede afectar a la función del hígado.
Así, según recuerdan los investigadores, los médicos llevan mucho tiempo observando una relación entre dicha enfermedad y la diabetes de tipo 2 en los adultos, pero se sabe mucho menos sobre una conexión similar en los niños.
Otro dato que destacan los autores del estudio es que las tasas de diabetes de tipo 2 se han duplicado en los niños en los últimos 20 años. Los niños con enfermedad hepática presentan rasgos de resistencia a la insulina, una característica clave de la diabetes de tipo 2, por lo que pueden correr el riesgo de desarrollar la enfermedad.
"Existe una creciente crisis de salud pública a medida que los niños con diabetes se convierten en adultos con diabetes. Tenemos que entender mejor cómo la enfermedad hepática contribuye al riesgo de diabetes tipo 2 en los niños para que podamos trabajar activamente para prevenirla", afirma el autor principal del estudio, Jeffrey Schwimmer, profesor de pediatría en la Universidad de California San Diego School of Medicine y director de la Clínica de Hígado Graso en el Hospital Infantil Rady-San Diego.
El presente estudio, publicado en 'Clinical Gastroenterology and Hepatology', proporciona cifras concretas que describen la conexión entre la enfermedad de hígado graso no alcohólico y el riesgo de diabetes, encontrando que, entre los 892 niños con la enfermedad inscritos en la Red de Investigación Clínica de la Esteatohepatitis No Alcohólica, la diabetes tipo 2 estaba presente en el 6,6 por ciento de los niños en la evaluación inicial, con la tasa de incidencia aumentando un 3 por ciento anualmente durante los siguientes cuatro años.
Al final del estudio, uno de cada seis niños había desarrollado diabetes de tipo 2. "Esto es alarmante, porque la diabetes tipo 2 en los jóvenes es una enfermedad mucho más agresiva que en los adultos, con complicaciones y resultados más inmediatos y graves", afirma Schwimmer.
Los autores también han identificado los factores específicos que aumentan el riesgo de diabetes de tipo 2 en niños con enfermedad hepática: el sexo (las mujeres tenían más probabilidades de desarrollar diabetes de tipo 2), la gravedad de la obesidad y la cantidad de grasa y tejido cicatricial en el hígado.
"Estos resultados tienen implicaciones clínicas para los gastroenterólogos que atienden a niños con enfermedad hepática", ha señalado Schwimmer. "Deben ser conscientes del riesgo y ofrecer seguimiento, orientación anticipada e intervenciones en el estilo de vida que ayuden a sus pacientes a evitar el desarrollo de la diabetes tipo 2", añade.