Los enemigos ocultos de tus pies en verano: lo que debes saber sobre chanclas y sandalias

Archivo - Mujer con sandalias en la calle
Archivo - Mujer con sandalias en la calle - PETRENKOD/ ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 11 agosto 2025 8:34

   MADRID, 11 Ago. (EDIZIONES) -

¿Crees que tus sandalias son inofensivas? Podrían estar dañando a tus pies más de lo que imaginas. Con la llegada del calor, muchas personas apuestan por chanclas o por el calzado abierto y sin saber que algunos modelos (especialmente los que no sujetan bien el pie) pueden causar dolor, deformidades como los dedos en garra, y aumentar el riesgo de hongos por el sudor.

   Descubre qué tipo de calzado debes evitar este verano y qué consejos dan los podólogos para mantener tus pies sanos y libres de problemas en este artículo, en el que entrevistamos desde Europa Press Salud Infosalus a Antonio Viana, que es miembro de la Comisión de Comunicación del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España, y presidente del Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana.

   "El calzado más perjudicial en verano son las sandalias sin sujeción, o aquellas que sólo se sujetan en el antepié (con una tira en el dedo gordo o entre los dedos). Este tipo de sandalias obliga a los músculos de los pies a trabajar de manera forzada para sujetar el calzado, ya que generan inestabilidad", advierte este experto.

   Asimismo, indica que este tipo de calzado que puede llevar a dolor en el metatarso, o incluso a deformidades como los dedos en garra: "Esa inestabilidad es aún mayor si hablamos de lo que en moda se conoce como stiletto mules (sandalias para mujer abiertas por el talón sin tira de sujeción y con tacón de aguja)".

   Con ello, este podólogo aconseja a la hora de elegir un calzado, que éste permita que el pie transpire pero sin sacrificar el soporte adecuado, y a la hora de elegir sandalias o chanclas saludables el que tengan:

   -Sujeción: una correa alrededor del talón o el tobillo para evitar que el pie se deslice hacia adelante.

   -Suela gruesa y cómoda: de 2 a 5 centímetros de grosor, preferentemente rígida a la flexión, para proteger el pie y evitar que se pueda clavar algo del suelo.

   -Amortiguación: una buena suela debe tener un material que ofrezca cierto grado de amortiguación para absorber los impactos al caminar.

CONTROLAR EL SUDOR DE LOS PIES

   Pero sin duda, uno de los problemas más acusados de muchas personas en verano es el sudor de sus pies. Antonio Viana, miembro de la Comisión de Comunicación del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España, sostiene de hecho que la humedad y el sudor son factores que contribuyen significativamente a los problemas de los pies en verano.

   "El exceso de sudor puede provocar rozaduras y facilitar la aparición de hongos, como el pie de atleta y las onicomicosis. Además, el sudor puede acumularse entre los dedos, creando un ambiente húmedo que favorece las grietas interdigitales", resalta este experto.

   Para controlar la sudoración, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España ven fundamental:

   -Mantener los pies secos: Usar productos antitranspirantes para pies (ya sea en polvo, espray, o crema); siendo lo más recomendable acudir a un podólogo para que nos aconseje qué es lo que mejor se adapta a nuestro tipo de piel, y si no usamos sandalias, cambiarse de calcetines con regularidad (preferentemente de materiales naturales como el algodón o el hilo que permiten una mejor transpiración).

   -Elegir calzado adecuado: Optar por sandalias con buena ventilación o zapatos de materiales que dejen traspirar al pie.

-Higiene adecuada: Lavar bien los pies y secarlos completamente, especialmente entre los dedos, para evitar la acumulación de humedad.

TIPS PARA MANTENER LA PIEL DE LOS PIES EN BUEN ESTADO

   Con todo ello, aconseja este podólogo que a la hora de cuidar de nuestros pies este verano sigamos los siguientes tips:

   ·Higiene rigurosa: fundamental lavar los pies con agua templada y jabón neutro y secarlos cuidadosamente, sobre todo entre los dedos, para evitar la proliferación de hongos.

   ·Hidratación adaptada: no todas las pieles necesitan la misma hidratación; para pies muy secos, las cremas con urea al 10-20% son ideales; mientras, si hay sudoración excesiva, mejor optar por polvos absorbentes, o por desodorantes específicos.

   ·Exfoliación controlada: aunque eliminar células muertas es beneficioso, un exceso de exfoliación puede debilitar la piel y favorecer la aparición de grietas; por ello, lo recomendable es usar piedra pómez o exfoliantes suaves una vez a la semana.

   ·Protección solar y contra infecciones: si llevas calzado abierto, usa protector solar en los pies para evitar daños cutáneos; además, en piscinas y en duchas públicas, es recomendable llevar chanclas para prevenir infecciones como el pie de atleta.

   ·Calzado adecuado: evita el uso prolongado de sandalias sin sujeción, ya que pueden provocar sobrecarga y alteraciones biomecánicas; opta por modelos con buen soporte y transpirables.

   A su vez, Elena Carrascosa, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España recomienda no descuidar a nuestras uñas, y cortarlas de forma recta para prevenir uñas encarnadas. "Si hay dolor o signos de infección es mejor acudir al profesional de la podología, al mismo tiempo que es conveniente la realización de chequeos regulares, especialmente si notas durezas, cambios en la piel, o bien molestias al caminar. Una revisión profesional puede detectar y tratar problemas antes de que se agraven", advierte.

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