Encuentran la región del cerebro responsable de la sensación de saciedad de después de comer

Archivo - Mujer disfrutando de la deliciosa hamburguesa. Comer, comida.
Archivo - Mujer disfrutando de la deliciosa hamburguesa. Comer, comida. - MIODRAG IGNJATOVIC/ ISTOCK - Archivo
Publicado: viernes, 18 febrero 2022 15:09


MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

Una investigación dirigida por la Universidad de Arizona (Estados Unidos) y publicada en la revista 'Molecular Metabolism' ha identificado una región del cerebro y un circuito neuronal que median en la saciedad, lo que podría ayudar a los científicos a orientar mejor los medicamentos para tratar los trastornos alimentarios o controlar el peso.

En la actualidad, hay seis medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el control del peso, pero suelen tener efectos secundarios. "Cuando podamos dirigirnos con mayor precisión a la parte del cerebro responsable de la sensación de saciedad, podremos crear tratamientos con menos efectos secundarios", afirma el autor principal del estudio, Haijiang Cai, profesor asociado del Departamento de Neurociencia.

En investigaciones anteriores, se habían trazado los circuitos de la saciedad en la amígdala central del cerebro, que también controla el miedo, el dolor y otras emociones fuertes. Pero la complejidad de las neuronas de esta parte del cerebro ha dificultado a los científicos trazar un mapa de a dónde va la señal a continuación.

Así las cosas, Cai y su equipo descubrieron que, después de la amígdala, la señal se dirige a neuronas situadas en una región del cerebro llamada núcleo parasubtalámico, o PSTh, responsable de la sensación de saciedad.

Para llegar a este hallazgo, en primer lugar, tuvieron en cuenta la hormona colecistoquinina, o CCK, que es segregada por el intestino para indicar al cerebro la sensación de saciedad después de una comida.

También sabían que unas neuronas específicas de la amígdala, llamadas neuronas PKC-delta, median el efecto de saciedad de la CCK, apagando otras neuronas inhibidoras de la amígdala central. Los investigadores pensaron que las neuronas situadas en la parte inferior de la amígdala central debían ser activadas por las neuronas PCK-delta y, al mismo tiempo, por la CCK.

En modelos de ratón, los investigadores determinaron que las neuronas activadas por la CCK y las neuronas PKC-delta estaban localizadas en el núcleo parasubtalámico. Esta región del cerebro fue descubierta por primera vez por científicos chinos en la década de 1990 y se introdujo en la literatura científica en inglés en 2004, pero se desconocía su función.

"Descubrimos que las neuronas de esta región son necesarias para que la saciedad de la CCK suprima la alimentación", explica Cai. "Lo sabemos porque si silenciamos estas neuronas y el sujeto sigue comiendo, la CCK no tiene ningún efecto. Pero si también activamos directamente estas neuronas y el sujeto deja de comer, entonces sugiere que estas neuronas desempeñan un papel muy importante en la saciedad regulada", detalla.

Con todo, la sensación de saciedad es tan importante que Cai duda de que esté mediada por una sola región del cerebro, siendo más probable que sean varias las regiones cerebrales que trabajan juntas. Por ello, sostiene que el PSTh es "probablemente solo una pieza de un rompecabezas mayor que controla la sensación de saciedad".

Finalmente, Cai recuerda que empezó a estudiar el neurocircuito de la alimentación porque le interesaba el papel que desempeñan las emociones en los hábitos alimentarios de las personas. "Sabemos que la alimentación y las emociones son comportamientos diferentes, pero interactúan estrechamente entre sí", afirma.

"Algunas personas comen cuando están estresadas, mientras que otras comen menos. Algunas personas con trastornos alimentarios u obesidad tienen un comportamiento alimentario anormal, pero también tienen problemas emocionales", precisa, para añadir que espera identificar los mecanismos neuronales que controlan la alimentación y la emoción y cómo interactúan entre sí. "Este conocimiento puede ayudarnos a desarrollar tratamientos más específicos", destaca.