MURCIA 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Murcia han comprobado, por primera vez, que la deficiencia de la molécula estructural celular, merosina, asociada a la distrofia muscular congénita, se relaciona con el aumento de balsas lipídicas o 'rafts' y en la actividad colinesterasa producto del intento de reparación del músculo, e indican que esto puede contribuir a la patología.
Así se desprende de este estudio elaborado por María Teresa Moral Naranjo, María Fernanda Montenegro, Encarnación Muñoz Delgado, Francisco Javier Campoy y Cecilio J. Vidal, publicado en la revista 'Biochimica et Biophysica Acta. Molecular Basis of Disease'.
Cabe mencionar que casi la mitad de los pacientes con distrofia muscular congénita, que es una variante de esta enfermedad, tienen déficit de merosina, molécula cuya ausencia se traduce en una falta de laminina, lo que provoca debilidad de la membrana del músculo y, en definitiva, por acción del paso indiscriminado del calcio, crea una desorganización de las miofibrillas, reduce la producción de energía y ocasiona debilidad extrema, que acaba en parálisis.
Las balsas de lípidos se encuentran en la membrana plasmática de las células formadas por esfingolípidos, colesterol y proteínas, y actúan en el proceso motor recibiendo e interactuando con las señales que llegan a la neurona, según fuentes del departamento de Promoción de la Investigación de la UMU (Prinum), dependientes del Vicerrectorado de Investigación.