MADRID 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) de Estados Unidos ha descubierto una nueva forma de incitar al sistema inmunitario a matar las células infectadas con citomegalovirus (CMV), una infección potencialmente mortal que es especialmente mortal en personas inmunodeprimidas. Los hallazgos se publican en la revista revisada por pares 'Science Advances'.
Lo lograron mediante la ingeniería de anticuerpos que dirigen a las células T del sistema inmunitario a destruir las células infectadas con el virus, lo cual representa un peligro para personas como las que se han sometido a trasplantes de órganos o tienen SIDA. La infección por CMV también puede causar sordera en bebés cuando el virus se transmite de la madre durante el embarazo.
Los hallazgos podrían abrir una vía alternativa para tratar la infección sin los medicamentos actuales, que son caros y a menudo tienen efectos secundarios graves, comenta el líder del estudio, el doctor Otto Yang, profesor de medicina en la división de enfermedades infecciosas y de microbiología, inmunología y genética molecular en la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA.
"Esta es una forma potencialmente nueva de aprovechar el sistema inmunológico contra este virus y podría ofrecer nuevas oportunidades para tratar a pacientes trasplantados o pacientes con SIDA con infecciones potencialmente mortales, o niños con infecciones mal controladas que los ponen en riesgo de sordera", destaca Yang.
La infección por CMV es una infección de por vida que generalmente se presenta de forma asintomática en personas infectadas con un sistema inmunitario sano. Existen medicamentos para la profilaxis y el tratamiento de la infección por CMV, pero estos pueden provocar supresión de la médula ósea, daño renal y otros efectos secundarios graves, y la resistencia viral a estos medicamentos puede ser un problema.
Un proceso conocido como transferencia adoptiva de células T expandidas, específicas del paciente y que destruyen el CMV, ha demostrado la importancia de la inmunidad de las células T para controlar la infección y constituye un posible enfoque terapéutico. Sin embargo, su aplicación requiere mucho tiempo, lo que la limita en casos de infecciones potencialmente mortales. Lo mismo ocurre con el uso de receptores de antígenos quiméricos, también conocidos como terapia CAR-T. Se necesita un tratamiento más rápido y eficaz.
Un nuevo enfoque consiste en utilizar los conocidos como anticuerpos biespecíficos redirigidores de linfocitos T (TRBA). Hasta la fecha, estos se han utilizado como terapias contra neoplasias malignas. Sin embargo, los investigadores han estado considerando a los TRBA como una posible arma contra el CMV.
De esta forma, el equipo de la UCLA ha diseñado los TRBA mediante la ingeniería de anticuerpos para que actúen como un puente que conecta el CD3-épsilon de los linfocitos T CD8+ (CTL) con una proteína viral en las células infectadas por CMV. Esto provoca que los CTL se agrupen alrededor de la célula infectada y la destruyan. "Con suerte, si hay interés comercial, estos anticuerpos podrían probarse en ensayos clínicos", concluye Yang.