MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de los Midlands Occidentales, en Reino Unido, han hecho un gran avance en la explicación de cómo un tipo incurable de cáncer de sangre se desarrolla a partir de un trastorno sanguíneo antes a menudo asintomático. Los hallazgos podrían conducir a tratamientos más eficaces y formas de identificar a las personas en mayor riesgo de desarrollar cáncer.
Todos los pacientes diagnosticados de mieloma, un cáncer de la médula ósea que produce sangre, primero desarrollan una enfermedad relativamente benigna llamada gammapatía monoclonal de significado incierto o GMSI, que es bastante común en la población de más edad y sólo progresa a cáncer en aproximadamente uno de cada 100 casos.
Sin embargo, actualmente no hay manera de predecir con exactitud que pacientes con GMSI son propensos a desarrollar mieloma. El mieloma se diagnostica en alrededor de 4.000 personas cada año en Reino Unido y afecta específicamente a las células blancas de la sangre que producen anticuerpos que se encuentran en la médula ósea, llamadas células plasmáticas.
El equipo investigador de la Universidad de Birmingham, New Cross y los Hospitales Heartlands comparó la química celular de muestras de médula ósea y de sangre tomadas de pacientes con mieloma, pacientes con GMSI y voluntarios sanos.
Sorprendentemente, encontraron que la actividad metabólica de la médula ósea de los pacientes con GMSI fue significativamente diferente al plasma de voluntarios sanos, pero había muy pocas diferencias entre las muestras de GMSI y de mieloma.
El metabolismo es el proceso químico mediante el cual las células crean energía y las sustancias necesarias para crecer y realizar funciones celulares. Las células cancerosas promueven cambios metabólicos para poner en marcha e impulsar su rápido crecimiento. Los resultados, publicados en 'Blood Cancer Journal', sugieren que los mayores cambios metabólicos ocurren con el desarrollo del trastorno GMSI asintomático y no con la progresión posterior al mieloma.
El doctor Daniel Tennant, quien dirigió la investigación en la Universidad de Birmingham, Reino Unido, señala: "Nuestros resultados muestran que se requieren muy pocos cambios para que un paciente GMSI progrese a mieloma, ya que ahora conocemos que prácticamente todos los pacientes con mieloma evolucionan de GMSI. Un medicamento que interfiera con estos cambios metabólicos específicos iniciales podría ser un tratamiento muy eficaz para el mieloma, así que esto es un descubrimiento muy emocionante".
El equipo de investigación encontró más de 200 productos del metabolismo que diferían entre los voluntarios sanos y pacientes con GMSI o mieloma en comparación con sólo 26 diferencias entre los pacientes con GMSI y los enfermos con mieloma. Los científicos creen que estos pequeños cambios pueden llevar a cambios fundamentales en la médula ósea que permiten el desarrollo de mieloma.
"El mieloma es un cáncer devastador que puede causar daño óseo debilitante y doloroso y aunque hemos llegado a ser mejores en el tratamiento y prolongar la vida de los pacientes con mieloma, en última instancia es casi siempre mortal. Esta investigación proporciona la base para el desarrollo de tratamientos nuevos y más dirigidos y formas mínimamente invasivas de identificar a aquellos pacientes GMSI en riesgo de progresión a mieloma. Si podemos encontrar maneras de bloquear la progresión de GMSI, esperamos prevenir muchos casos de mieloma en el futuro", concluye Matt Kaiser, jefe de investigación de Bloodwise.