MADRID 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Clínica Mayo han presentado, durante el Congreso de la American Academy of Neurology celebrado recientemente en Hawaii, un nuevo tratamiento basado en el uso de la toxina botulínica, conocida popularmente como bótox, para combatir los dolores de cabeza producidos por una baja presión del líquido cefalorraquídeo (LCR).
Un estudio de la Clínica Mayo realizado sobre una pacientes que sufría este tipo de cefaleas desde hacía 25 años sin opción de tratamiento efectivo. La paciente recibió bótox durante tres años con resultados positivos continuados, pues después de cada tratamiento, la mejoría duraba hasta tres meses antes de reaparecer y requerir otra dosis. Si bien la paciente no se ha curado, ahora puede llevar una vida más normal.
"El bótox se ha usado durante varios años para tratar las migrañas y ha tenido éxito en muchos pacientes. A esta paciente le administramos Botox porque realmente no teníamos nada más que ofrecerle", comenta el doctor Cutrer, neurólogo de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, y coautor del informe.
"Para sorpresa de todos, la paciente mejoró notablemente", y la intensidad de las cefaleas descendió en la escala visual para el dolor de 8 sobre 10 a 3 sobre 10, concreta el especialista.
Las cefaleas por hipotensión del LCR se producen debido a una fuga interna de líquido espinal y el dolor puede oscilar desde leve a discapacitante. Aunque este tipo de cefaleas se pueden dar de forma espontánea, en la mayoría de casos se desencadenan a consecuencia de una punción lumbar.
Para muchos pacientes, recostarse es lo único que les ofrece alivio, porque las terapias existentes no surten efecto completamente.*El tratamiento normal es colocar un parche de sangre del mismo paciente que se coloca sobre el agujero de la punción.