MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
En un informe sobre lo que se cree que es el primer ensayo clínico pequeño de su tipo, los investigadores del Centro de Cáncer Kimmel de Johns Hopkins dicen que han utilizado con seguridad células inmunes obtenidas de la propia médula ósea del paciente para tratar el mieloma múltiple, un cáncer de los glóbulos blancos las células.
Los resultados del ensayo con un tipo particular de células T que se dirigen al tumor, conocidas como linfocitos infiltrantes de la médula ósea (MILs, por sus siglas en inglés), se describen en la edición de este miércoles de 'Science Translational Medicine'. "Lo que hemos aprendido en este pequeño ensayo es que un gran número de MILs activos pueden atacar selectivamente y matar las células de mieloma", resume el inmunólogo de Johns Hopkins Ivan Borrello, director del estudio clínico.
MILs son los soldados de infantería del sistema inmune y atacan células extrañas, como bacterias o virus, explica este experto. Pero en su estado normal, están inactivas y son demasiado pocas en número para tener un efecto medible sobre el cáncer. Investigación anterior de laboratorio de Borrello y sus colegas mostró que MILs activados podrían atacar selectivamente y matar las células de mieloma tomadas de pacientes y cultivadas en frascos de cultivo de laboratorio.
ENSAYO CLÍNICO EN 25 PACIENTES CON MIELOMA MÚLTIPLE
Para el nuevo ensayo clínico, el equipo de Johns Hopkins reclucó a 25 pacientes con mieloma múltiple recién diagnosticado o recidivante, aunque tres de los pacientes recayeron antes de que pudieran recibir la terapia de MILs. Los científicos recogieron MILs de la médula ósea de cada paciente, las cultivaron en el laboratorio para ampliar su número, las activaron con perlas microscópicas recubiertas con anticuerpos activadores inmunes e inyectaron por vía intravenosa a cada uno de los 22 pacientes con sus propias células.
Tres días antes de las inyecciones de MILs, los pacientes recibieron dosis altas de quimioterapia y un trasplante de células madre, los tratamientos estándar para el mieloma múltiple. Un año después de recibir la terapia de MILS, 13 de los 22 pacientes tenían al menos una respuesta parcial a la terapia, lo que significa que su cáncer se había reducido en al menos un 50 por ciento.
Siete pacientes experimentaron al menos una reducción del 90 por ciento en el volumen de las células tumorales y vivieron en promedio 25,1 meses sin progresión del cáncer. Los 15 pacientes restantes presentaban un promedio de 11,8 meses libres de progresión después de la terapia MILs.
Ninguno de los participantes tenía graves efectos secundarios de la terapia con MILs y la supervivencia global fue de 31,5 meses para los que experimentaron una reducción de la enfermedad a menos del 90 por ciento, pero esta cifra no se ha alcanzado aún en aquellos con mejores respuestas. El tiempo medio de seguimiento es actualmente de más de seis años.
Borrello destaca que varios centros de cáncer de Estados Unidos han llevado a cabo tratamientos experimentales similares pero cree que el equipo de Johns Hopkins es el único en utilizar MILs. Se pueden emplear otros tipos de células infiltrantes de tumor pero son generalmente menos abundantes en los tumores de los pacientes y pueden no crecer fuera del cuerpo, según Borrello.
En los tumores no sanguíneos, como el melanoma, sólo alrededor de la mitad de los pacientes tienen células T en los tumores que pueden ser recopiladas y sólo alrededor de la mitad de esas células recolectadas se puede cultivar. "Por lo general, las células inmunes de tumores sólidos, llamadas linfocitos infiltrantes de tumor, se pueden cosechar y cultivar en sólo alrededor del 25 por ciento de los pacientes que podrían candidados para la terapia. Pero en nuestro ensayo clínico, fuimos capaces de cosechar y cultivar MILs de los 22 pacientes", destaca Kimberly Noonan, investigadora asociado en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Gracias a este trabajo, los científicos determinaron cuántos de las MILs cultivadas en el laboratorio se dirigen específicamente a tumor del paciente y vieron que los pacientes cuya médula ósea antes del tratamiento contenía un gran número de ciertas células inmunes conocidas como células de memoria centrales, también tuvieron una mejor respuesta a la terapia MILs. Los pacientes que iniciaron el tratamiento con signos de una respuesta inmunitaria hiperactiva no responden tan bien.
Investigadores del Centro Oncológico Kimmel también están desarrollando MILs para tratar tumores sólidos como los de pulmón, esófago y cáncer gástrico, así como los cánceres pediátricos neuroblastoma pediátricos y sarcoma de Ewing. Los expertos señalan que hay más de 20.000 nuevos casos de mieloma múltiple y más de 10.000 muertes cada año en Estados Unidos, siendo el segundo cáncer más común que se origina de la sangre.